La recesión técnica de Chile frente al sector construcción

Para Pedro Eguiguren, socio fundador de Eguiguren Abogados, una de las áreas más afectadas por el actual contexto —que incluye una reforma tributaria en curso— es la construcción. / Unsplash.
Para Pedro Eguiguren, socio fundador de Eguiguren Abogados, una de las áreas más afectadas por el actual contexto —que incluye una reforma tributaria en curso— es la construcción. / Unsplash.
Ante la crisis en el mercado, Eguiguren Abogados, firma especializada en insolvencia de empresas, abre práctica de construcción.
Fecha de publicación: 06/10/2022

El anuncio del Gobierno de Chile sobre el proyecto de Ley de Presupuesto 2023 contempla, entre sus áreas de reforzamiento, la inversión pública enfocada en la mejora de infraestructura. El eje de construcción contribuiría con los programas de vivienda y transporte, como con la generación de más de 200.000 puestos de empleo, explicó el Presidente Gabriel Boric la semana pasada.  

Chile afronta una importante desaceleración en su economía, lo que implica, hacia el 2023, un descenso de entre 0,5 % y 1 % del PBI.

Ya en agosto, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, adelantó el panorama de lo que sería una recesión técnica. El contexto de crisis que rodea a Chile no es ajeno a la región ni al mundo. En las mismas fechas en que Boric procedía con el anuncio, el Bureau de Análisis Económico del gobierno estadounidense ratificaba la recesión técnica en el segundo trimestre del año. Esta es la contracción de su economía, registrando caídas en materia de gasto público e inversión. 

Pedro Eguiguren
Pedro Eguiguren

Para Pedro Eguiguren, socio fundador de Eguiguren Abogados, una de las áreas más afectadas por el actual contexto que incluye una reforma tributaria en curso es la construcción. La firma chilena liderada por Eguiguren se especializa en insolvencia de empresas; hace poco, nos cuenta, acaba de estrenar esta nueva práctica, la de construcción. 

La decisión de apuntar a esta área del derecho, pasa por atender una demanda en busca de asesoría preventiva y permanente en lo comercial, civil, laboral, tributaria, entre otras. A decir del especialista, se trata de contar con una mejor defensa y estrategia para enfrentar las contingencias en un rubro que incluye cierta complejidad. Eguiguren lo explica:  

“En el rubro de la construcción, hay que ser cuidadosos al momento de iniciar un proyecto o involucrarse en uno de ellos, como mandante, contratista o subcontratista, velando por ser extremadamente ordenado y preventivo. Existen muchas aristas: al momento de llegar a un acuerdo, la ejecución posterior y conclusión de un proyecto, el tipo de garantías y de contratos, los plazos y condiciones, las multas, formas de resolver un conflicto, etcétera”. 

¿Qué efectos tiene la desaceleración económica chilena en el sector construcción? ¿Cómo están operando las alianzas público-privadas? ¿Qué tendencias impulsarán al sector, pese a todo? Pedro Eguiguren explica detenidamente el panorama que se avizora en este contexto de desafío. 


No dejes de leer: Metas de inflación lucen lejanas para los países de Latinoamérica


La crisis y sus efectos en el sector

Ante una potencial recesión técnica, ¿cuál es el rumbo que avizora para el sector construcción? ¿Qué industrias alrededor de este se verían perjudicadas?

Pedro Eguiguren: Hay que hacer la distinción entre obras privadas y públicas. Respecto de las primeras, es de conocimiento público que existe una importante desaceleración en el mercado, provocado por las alzas de tasas, inflación e incrementado por los requisitos más estrictos para el financiamiento bancario. Muchos proyectos en el ámbito privado (centros comerciales, residenciales, entre otros) están paralizados por los quiebres de stock de materiales de obra gruesa, los problemas de la cadena logística internacional que inciden en el costo de estos, así como por la situación política y económica del país. 

Asimismo, estamos enfrentando varias reformas legislativas estructurales y el mercado está expectante.

Esta situación no solo está afectando a nuestro país, es una situación a nivel global. Una recesión y alta inflación provoca más temor en cuanto al aumento de los costos de materiales, salarios y otros. Recordemos que la crisis en una constructora en particular, no solo afectará a esa entidad privada, sino que se genera un efecto “dominó” sobre lo macro. Es decir, se daña a proveedores, subcontratistas, mandantes, trabajadores directos e indirectos.

¿Cómo le va al mercado de la inversión público-privada en materia de construcción en Chile? 

La Dirección General de Concesiones, que depende del Ministerio de Obras Públicas, tiene un programa de concesiones en marcha a 2025, que considera vías urbanas e interurbanas, hospitales, obras portuarias, aeropuertos, etc. Las concesiones suponen una excelente alianza público-privada entre Estado y grandes consorcios constructores internacionales. El programa de concesiones es interesante pero insuficiente para lo que se requiere en el país en materia de infraestructura. Íbamos con gran impulso hace unos años, ahora es una tarea pendiente.

En las concesiones participan consorcios locales e internacionales dispuestos a asumir cierto riesgo. Se construye, opera y después de un tiempo determinado, se debe entregar la obra al Fisco de Chile.

Existe un listado de más de 50 licitaciones a 2025, varias de ellas ya debieron haber sido adjudicadas, pero no ha sido así, otras figuran sin interesados. Esto se debe a los riesgos que han variado mucho en estos últimos años, lo que genera incertidumbre para toda la cadena industrial asociada. 

En este sentido, varias medidas anunciadas por el Gobierno de Chile apuntan a simplificar la burocracia asociada a permisos y agilizar estos para que se materialicen inversiones y proyectos más prontamente, además de mejorar los procesos administrativos entre las diversas agencias. Esto es muy relevante pues suelen ser a veces verdaderos cuellos de botella. 

Se anunció, asimismo, que la inversión pública aumentará en 2023. El gasto base en inversión pública crecería 10 % en 2023 respecto de 2022, y se lanzaría un Programa de Infraestructura para el Desarrollo de 1.840 millones de dólares. Con ello, dice el Gobierno, la inversión pública total acumulará un crecimiento de 30 % en 2023 respecto de 2021. Son avances.  

¿Cuál es su balance, hasta este momento, sobre la performance del gobierno en materia de alianzas público-privadas para apalancar este sector?

Hasta ahora, muchas (licitaciones) están quedando desiertas, por falta de postulaciones, muchas propuestas consideran valores de prepandemia. Esto pasa, por ejemplo, en cuanto a costos de materiales, golpeados por una inflación histórica.

El Gobierno se está haciendo cargo de esto en su plan “Invirtamos en Chile”, mediante el cual se amplía la cobertura del reajuste polinómico en los contratos de infraestructura pública.

Por otro lado, en ese programa de medidas pro-inversión, se considera convocar a mesas de trabajo público-privadas en sectores como la construcción, energía, transportes y minería. Su propósito será revisar las medidas tendientes a reducir el número de proyectos de construcción paralizados y generar condiciones más favorables para los proyectos que estén por comenzar. También, un comité operativo regional del que formarán parte varios ministerios y agencias de fomento e inversión, revisará la inversión pública y efectuará un seguimiento periódico de los proyectos en las regiones del país. Igualmente, se velará por la seguridad pública en las labores productivas. 

Todos son anuncios relacionados con una gestión pública más eficiente indudablemente positivos. 


Para recordar: Recesión en Estados Unidos, ¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento para América Latina


¿Qué recomendaciones considera esenciales para las compañías constructoras que vean la necesidad de acogerse a la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento?

Si bien la Ley N°20.720, de Liquidación y Reemprendimiento ofrece dos procedimientos para las empresas en insolvencia, siendo estos la Liquidación y Reorganización, no es una decisión que se debe tomar con liviandad, ya que el remedio puede ser peor que la enfermedad.

La conveniencia, implicancias y efectos de los dos procedimientos antes mencionados, dependerán de múltiples factores, como el pasivo en cuestión, los activos, el número de trabajadores, los flujos futuros, las actuaciones previas, los efectos colaterales en los socios o personas relacionadas, las garantías reales o personales, la cantidad de proveedores, entre otras. La recomendación es exponer a un especialista la situación de la empresa. 

El tiempo y la reacción temprana frente a una eventual o próxima insolvencia son clave, sobre todo si se está al día con las obligaciones pecuniarias, pero con el temor que al corto plazo se entrará en una cesación de pagos. Para analizar el camino a seguir, es fundamental tener claros los flujos futuros, considerando los proyectos aprobados, revisar los costos operacionales, financieros y los de la fuerza laboral. Respecto a este último, es fundamental tener claridad cuál sería el costo en materia de planilla de remuneraciones brutas versus el de despedir a parte o todos los trabajadores. 

Un indicador clave de una insolvencia irremediable es cuando empiezan los atrasos en cotizaciones previsionales o bien atrasos en los pagos de impuestos. Es “el principio del fin”, haciendo más difícil una reorganización concursal y, entonces, se tiene que optar por una liquidación.


Te puede interesar: Insolvencia en Chile, recomendaciones para las empresas


 

Áreas de mejora: sustentabilidad y transición energética

¿Cómo la digitalización, industrialización y sustentabilidad están impulsando el sector en Chile?

La digitalización e industrialización en la construcción son procesos todavía lentos en Chile. Falta mucho camino por recorrer, y ni el Estado ni los privados invierten mucho en I+D. Este tipo de soluciones son, indudablemente, una fuente de oportunidades para inversionistas. En materia de sustentabilidad y medioambiente, en tanto, la normativa ambiental para la construcción es cada vez más estricta y cabe indicar, que Chile se ha adherido a tratados internacionales en este sentido, como el de Escazú, este año. 

No obstante, existen todavía estándares que el país podría mejorar, por ejemplo, en cuanto a la contaminación del aire por partículas. Existen proyectos de economía circular en curso, con sistemas de gestión medioambiental colectiva entre un mismo tipo de empresas, sería conveniente que participaran sectores de la construcción. Las oportunidades de circularidad en la construcción son múltiples.    


Te recomendamos: La regulación del hidrógeno verde en Chile para desarrollar la industria


¿Qué oportunidades y desafíos se avizoran desde estos frentes, considerando además los planes del Gobierno en materia de transición energética?

Hace tiempo que el modelo de energía está mutando hacia las energías limpias. Chile tiene una geografía particularmente atractiva en este sentido. De hecho, muchos inversionistas están viendo, tanto en el norte del país como en su extremo sur, cómo enfrentar las tremendas oportunidades derivadas del hidrógeno verde. Se trata de cambios de envergadura en cuanto a la futura matriz energética mundial, asociados a grandes proyectos. Es verdaderamente interesante lo que está sucediendo en Chile a este respecto.

Add new comment

HTML Restringido

  • Allowed HTML tags: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Lines and paragraphs break automatically.
  • Web page addresses and email addresses turn into links automatically.