"Debemos evitar caer de nuevo en una situación de dependencia, como en el caso del petróleo y del gas", sentenció el lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen. El discurso sobre el estado de la Unión ante la Eurocámara, al inicio de semana, es un giro de timón esperado frente a la crisis de suministros que ha ido incrementando en el contexto de la crisis climática y política. Sus propuestas delinean el horizonte y son punto de partida para los planes que la UE busca desplegar, reforzando su autonomía como comunidad.
En materia energética, la líder alemana ha pedido acelerar la adopción y desarrollo de energías renovables, con especial énfasis en el hidrógeno y el litio.
"El hidrógeno puede marcar un antes y un después para Europa. Tenemos que transitar de un nicho de mercado al mercado masivo del hidrógeno", destacó.
En esa línea y para materializar tal pedido, Von Der Leyen anunció la creación de un Banco Europeo de Hidrógeno dotado de 3.000 millones de euros. El fondo propiciará el mercado que aún está en ciernes y que la presidenta de la Comisión denomina como la “economía del futuro”.
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Con el litio el camino es otro. En su discurso sobre el estado de la Unión, Ursula von Der Leyen adelantó la mención de potenciales socios comerciales por sus reservas de litio. De Latinoamérica destacó a Chile y México. La Unión Europea busca actuar frente a la dependencia de suministros de Rusia y China. De este último, destacó el control que posee sobre la “industria transformadora mundial”, al procesar el 60 % del litio global.
El invierno se avecina
El Parlamento Europeo puso en marcha hace algunas semanas una nueva figura tributaria dirigida a las empresas energéticas, en particular petróleo, gas y carbón.
Próximos al invierno y considerando el rápido incremento en los costos de vida —calificado por el Parlamento como una crisis—, se ha dictaminado una recaudación temporal del 33 % sobre los beneficios que las compañías de sectores energéticos generen. La medida se aplicará sobre aquellas que superen el 20 % de la media de beneficios calculado sobre los últimos tres años.
Von Der Leyen aprovechó su presentación ante la Eurocámara para destacar el valor de este impuesto que se aplicará entre el 2023 y 2024. El Parlamento pretende recaudar cerca de 140.000 millones de euros, cuantificó la líder alemana. El dinero será dirigido a los sectores más vulnerables, hogares, empresas y pymes.
Así como el impuesto busca hacer frente al desabastecimiento que supone cortar relaciones con Rusia, principal proveedor de gas, y al incremento de precio en la energía eléctrica, la Ley de materias primas fundamentales busca atender la toma de distancia respecto de China, con la que se tiene una relación poco estable.
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Los aliados del litio y la digitalización
Esta Ley se enfocará en impulsar y promover el abastecimiento de litio por medio de aliados estratégicos. La presidenta de la Comisión Europea enfatizó la prioridad de ratificar los acuerdos con Chile, México y Nueva Zelanda, así como acelerar las negociaciones con la India y Australia.
A esta búsqueda se añade un examen detenido del panorama de nuevas inversiones en materias primas, con énfasis en metales, para dar abasto y seguir impulsando la digitalización. Tal proceso, afirmó Von Der Leyen, tendrá a bordo a EE.UU. La líder alemana anunció próximas reuniones que encabezará junto al jefe de estado norteamericano, Joe Biden, para concretar tal análisis.
El gran ausente en el marco de estos acuerdos fue el Mercosur, el bloque comercial que incluye a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con el que se concretó un acuerdo de libre comercio antes de la pandemia. El motivo de su ausencia en la lista de prioridades se remonta a la negativa del bloque de asumir obligaciones en la lucha contra el cambio climático, con especial atención en la deforestación.
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El proyecto de la UE, a mediano plazo, destaca el asegurarse el abastecimiento de suministros. De acuerdo con Ursula Von Der Leyen el objetivo es garantizar la atención y cuidado de toda la cadena.
"Definiremos proyectos estratégicos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la extracción hasta el refinado, desde la transformación hasta el reciclado, y crearemos reservas estratégicas allí donde el suministro esté en peligro".
Para tal fin se pretende articular el Fondo Europeo Soberano. Este contribuirá en proyectos estratégicos que permitan llegar a la meta, que “la industria del futuro sea hecha en Europa”.
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