Derivado de la gran evolución en los hábitos digitales, mediante el uso de las nuevas tecnologías y el uso de activos virtuales por parte de los usuarios, el comercio electrónico ha incorporado diversos esquemas innovadores de pago como el uso de criptomonedas.
Podríamos decir que a consecuencia de crisis sanitaria ha habido una disrupción y evolución en el comercio electrónico. De acuerdo con el informe publicado por el Mercado Global de Infraestructura de Mediación Avanzada (AMI): Global and Regional Industry (2021-2026), se estima que, desde principios de 2020, aproximadamente 90 millones de latinoamericanos han empezado a hacer, al menos, parte de sus compras en línea por primera vez. También, durante 2020 y 2021, los métodos de pago digitales y su acceso tuvieron un constante y alto crecimiento.
En este escenario altamente dinámico para el comercio digital, las empresas se han enfocado en optimizar la experiencia de los usuarios de servicios digitales. El frente de especial atención es la eliminación de barreras que pudieran minar la digitalización, como fraudes digitales, deficientes modelos para la valoración de la calidad crediticia, acceso restringido a datos e inquietudes relativas a la privacidad.
Una clara tendencia tecnológica es la descentralización de los servicios financieros a través de tecnologías como la banca abierta, las criptomonedas y la tecnología de cadena de bloques o blockchain. Estas tecnologías permiten que los usuarios compartan, de forma segura, sus datos financieros y a la vez, mediante distintas aplicaciones, los clientes pueden recibir ofertas personalizadas de productos, teniendo el cliente una mejor experiencia.
Inclusive diversos marketplaces permiten el uso de criptomonedas como medio de pago, dándole poder liberatorio limitado, al estar sujeto a la voluntad de las partes.
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La relación entre el comercio digital y las criptomonedas es natural y esperada, ya que ambas industrias coexisten dentro del mismo ambiente, otorgando a los consumidores respuestas que el comercio y las finanzas tradicionales no pueden brindar.
Por ejemplo, el impacto del bitcoin en el e-commerce ha sido significativo. Ha abierto una nueva forma de hacer transacciones y compras con un valor único universal, convirtiendo a las criptomonedas en una herramienta más dentro de la atmósfera del comercio electrónico.
El desarrollo normativo
Respecto del marco jurídico en derecho digital en México, si bien desde 1996 encontramos normativa relacionada con la protección legal de aplicaciones y software, según lo dispuesto en la Ley Federal del Derecho de Autor, no fue sino hasta el año 2000 que se publicaron las primeras reformas legales. Las disposiciones establecen un abordaje integral del comercio electrónico mediante 4 leyes federales: el Código Civil Federal, el Código de Comercio, Código Federal de Procedimientos Civiles y la Ley Federal de Protección al Consumidor.
Es así como, desde finales de los años noventa a la fecha han habido diversas reformas legales relacionadas con el entorno digital, que han tenido como ejes centrales el comercio electrónico, los derechos de los consumidores, el cuidado de los datos personales, la regulación de la publicidad en plataformas electrónicas, el acceso a internet como derecho humano, el reconocimiento y regulación de las instituciones de tecnología financiera, incluyendo activos virtuales, entre otros.
Es de resaltar que el 30 de abril de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la NMX-COE- 001-SCFI-2018, siendo la primera Norma Mexicana (NMX) que regula a detalle el comercio electrónico estableciendo las disposiciones que deben cumplir las personas que ofrezcan, comercialicen o vendan bienes, productos o servicios a través del comercio electrónico (medios electrónicos, ópticos o cualquier otra tecnología), ya sea de manera directa —a través de sus páginas en internet— o mediante algún intermediario como Mercado Libre y Amazon, entre otros.
Si bien su observancia es voluntaria, la mayoría de sus disposiciones coinciden con el contenido de la Ley Federal de Protección al Consumidor. No obstante, la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco) se encuentra trabajando en un proyecto de Norma Oficial Mexicana en comercio electrónico que se convertiría en una regulación de carácter obligatorio.
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El modelo de negocio y el blockchain
Debido al interés de los comercios electrónicos en brindar procesos de venta o servicios en línea de forma segura, personalizada y cómoda para sus usuarios, así como a la alta demanda de los consumidores de estos canales, se han adoptado finanzas descentralizadas. Es decir, operaciones que se realizan mediante un sistema blockchain con la principal característica de que los usuarios son quienes intercambian activos y servicios financieros, sin la necesidad de intermediarios o bancos, que cumplen un rol de inversión o financiación.
Al no requerir de un servidor central, las finanzas descentralizadas se realizan bajo sistemas blockchain, lo que ha significado un creciente interés en productos e integraciones de criptomonedas en los modelos de negocio de ventas en línea.
Precisamente la tecnología blockchain está reinventando los procesos de las empresas, ya que con esta, ahora pueden ofrecer mayor seguridad y privacidad a sus usuarios. La incorporación de este tipo de tecnología facilitará las compras en línea haciéndolas más rápidas, seguras y con pagos inmediatos.
No obstante lo anterior, si bien las criptomonedas pudieran resultar positivas como medio de pago, el despliegue actual de este activo virtual es aún limitado. Esto en razón de que el marco jurídico mexicano para las criptomonedas aún se está desarrollando.
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El e-commerce, como en su momento precisó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su investigación denominada Impuestos a las monedas virtuales: una descripción general de los tratamientos fiscales y cuestiones emergentes de política fiscal, representa un reto para los sistemas legales vigentes, y es innegable la adopción de las nuevas tecnologías como tendencia para las empresas, gobiernos y consumidores.
* Ricardo Chacón (socio director) y Kaynicté Pérez (asociada senior de TMT), ambos de ECIJA México.
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