En medio de las tensiones por el cumplimiento del T-MEC, México recibe un guiño de un socio comercial ubicado en su top 10. A inicios de agosto, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, se reunió con el embajador de Japón, Noriteru Fukushima, para estrechar y ratificar lazos comerciales y de hermandad. De este encuentro, se supo que solo en el tercer trimestre de 2021, las empresas japonesas generaron una inversión de 108.6 millones de dólares en Edomex. A la fecha, dicho estado alberga más de 120 compañías de origen japonés.
Nos dio mucho gusto recibir en el #Edoméx al Embajador de Japón en México, Noriteru Fukushima (@embjpmx). Japón es uno de los socios comerciales más importantes para nuestro estado. 🇲🇽 🇯🇵 pic.twitter.com/ds92LyQ06f
— Alfredo Del Mazo (@alfredodelmazo) August 8, 2022
Hacer un zoom out a este panorama nos remite a otro hito favorable a inicios del 2021, cuando Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México y, en ese entonces, su homólogo japonés, Toshimitsu Motegi, se reunieron para ratificar su alianza y contribuir con la reactivación económica de ambas naciones. Las autoridades destacaron la inversión japonesa superior a 27.000 millones de dólares en territorio mexicano, en el primer año de la pandemia.
Fructífera reunión de trabajo con el Ministro de Relaciones Exteriores del Japón, Toshimitsu Motegi. Coincidimos en la estrategia para hacer frente al Covid-19, prioridades en la ONU, reforma de la OMC, nuevas inversiones e innovación japonesa en nuestro país. pic.twitter.com/Nz9ESyskes
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) January 5, 2021
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1. Relaciones a largo plazo
En materia de acuerdos oficiales, la cercanía de ambos países se remonta a fines del siglo XIX, cuando iniciaron tratos comerciales en lo que representaría el primer tratado con occidente para Japón y para México, es decir, el primero con un país asiático.
El valor del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, por su marco legal, sirvió como guía para que Japón renegociara, en ese entonces, tratados desiguales, con potencias del Occidente. A inicios del siglo XX se concretó la suscripción de un acuerdo de libre comercio, lo que acentuó el desarrollo de relaciones comerciales, con énfasis en la industria automovilística y el agro.
Sobre el sector automotor, David Ken Fujii, socio de Fegamo y Vasaf, destaca como exitoso el caso de Nissan, al que considera emblema de las relaciones comerciales entre ambos países. Consultado sobre la importancia de impulsar la inversión nipona, el abogado indica:
“Por la estabilidad y los planes a largo plazo que tienen las empresa japonesas, como mayor caso de éxito podemos citar a Nissan y su red de proveedores. Nissan cuenta con aproximadamente 25 % de market share en el mercado mexicano”.
2. Industrias atractivas y acuerdos sólidos
Como especialista en negocios, asuntos legales y fiscales, enfocado a dar servicio a organizaciones de origen japonés y de la región Asia-Pacífico; Ken Fujii destaca, además de la automotriz, a la electrónica y, en complemento, a la inmobiliaria y agroindustria.
“En particular, la manufactura de semiconductores y microchips. A raíz de la pandemia podemos ver la necesidad primaria de estos componentes, que van en casi cualquier aparato electrónico. Su falta creó un desabasto e impacto que no imaginábamos”, indica el abogado.
Aunque el acercamiento más claro del mercado japonés con la zona norte del continente se articula con EE.UU., es de considerar el potencial comercial que México conserva históricamente.
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Respaldo de ello es el Acuerdo para el Fortalecimiento de la Asociación Económica entre los Estados Unidos Mexicanos y el Japón (AAEMJ), suscrito hace más de 17 años. Según detalla David Ken Fujii, este ha contribuido con el desarrollo y arraigo, en lo que estima superan las 1.300 empresas automotrices.
“El AAEMJ comprende todas las disciplinas de un tratado de libre comercio, como liberalización comercial y de inversiones; acceso al mercado; protección de inversiones; mecanismo de solución de controversias; procedimientos aduaneros; reglas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, comercio transfronterizo de servicios, servicios financieros, movilidad de personas con fines de negocios, compras del sector público, competencia, mejora del ambiente de negocios y cooperación bilateral”, detalla.
A ello se suman los lineamientos y parámetros de; Japan External Trade Organization (JETRO). Ken Fujii se remite a este organismo como una guía de negocios de referencia para empresarios japoneses. Resulta esencial, según el abogado, la participación de esta y otras organizaciones, como el cuerpo diplomático, especialmente en el contexto de pandemia:
“Los privados e instituciones como esta han cumplido un rol importante frente a la restricciones impuestas por los gobiernos y derivadas de la pandemia. Tal es el caso de los bancos japoneses en México. Algunos ejemplos son el rol facilitador de la Asociación Japonesa del Noreste A.C., en el Estado de Nuevo León; la presencia del Cónsul General Honorario en la Ciudad de Monterrey, Tomás González Sada, y el vicecónsul honorario, Hernán Gonzalez. De igual manera, la presencia y activa participación en los negocios y las relaciones comerciales, en general, de la Cámara Japonesa de Comercio e Industria de México”.
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3. Adecuaciones culturales
En las relaciones comerciales con Japón, distinto de los mercados occidentales, tiene un peso especial y considerable el componente cultural. A los valores de democracia y libre mercado, Ken Fujii le añade los valores intrínsecos de honestidad y transparencia del quehacer corporativo de una compañía.
“Un elemento cultural clave a considerar es la honestidad y transparencia, pues es sabido que los mercados emergentes como México son cambiantes en su política y economía, como es el caso de los países del sudeste asiático, donde hay también gran inversión japonesa”, detalla.
En conclusión, para que un intercambio o interacción sea exitoso y culmine en una relación duradera se debe comprender la filosofía nipona. Esto implica, según el especialista, propiciar y mantener apertura en las comunicaciones como componente de valor, incluso superior a los resultados.
“El tener una comunicación constante y abierta siempre será valorado, en ocasiones más allá de los resultados, porque las empresa y negocios pueden ir y venir, pero lo que perdura y suele ser valorado en la cultura japonesa son las relaciones personales (ご縁がある-Goen ga aru)”.
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