DLA Piper es una firma internacional que ha tenido, a lo largo de varios años, una historia de crecimiento orgánico, y esto le ha permitido expandirse por distintas jurisdicciones. A través de aperturas de firmas o el establecimiento de acuerdos de cooperación, como los que sostiene en Brasil, con Campos Mello Advogados; en Arabia Saudita, con Alshahrani Almansour; en Japón, con Gaikokuho Kyodojigyo Horitsu Jimusho, o en Francia, con Frieh Bouhenic, la firma se ha logrado posicionar sin las dificultades vinculadas al idioma.
De hecho, el mismo nacimiento de la firma estuvo signado por la unión de tres firmas (que, a su vez, ya habían pasado por fusiones previas de otras): Dibb Lupton Alsop (DLA), Piper Rudnick y Gray Cary Ware & Freidenrich, en 2005.
Estas firmas eran de origen británico y estadounidense y juntas abrieron oficinas en ciudades como la capital de México, São Paulo, Doha, Kuwait y Abu Dhabi, mientras trazaban una estrategia de colaboración que le permitió expandirse hacia África, Australasia, Europa y Oriente Medio.
El crecimiento de DLA Piper también se ha basado en la estrategia particular de contratar talento cross-border, que pueda reforzar el equipo con experiencia en varios países. Esto es especialmente patente en Latinoamérica, región que la firma considera prioritaria y que, en opinión de Francisco Cerezo, chair of the US-Latin American Practice, es “un elemento clave de nuestra práctica”.
Cerezo, además, ha tejido su trayectoria desde la conexión internacional latinoamericana, asesorando familias y negocios de la región y fuera de esta. Es uno de los abogados latinoamericanos a los que más se le reconoce su práctica latina en Estados Unidos, principalmente. Es abogado corporativo y financiero, especialista en derecho internacional y de empresas extranjeras, equity capital markets, private equity y mergers and acquisitions. Tiene un J.D. (Juris doctorate), un LL.M. (máster en leyes) y un título de Literatura Latinoamericana, entre otros.
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Fichar especialistas cross-border es algo que hace DLA Piper, desde su creación, debido al alto valor que le dan a las transacciones y mercado latinoamericano.
Esta dinámica también fue diseñada para responder a las necesidades de los clientes y al desarrollo del mercado, gracias a esto, la firma ha ampliado significativamente su oferta y, en los últimos 18 meses, ha duplicado el número de socios, cuyo enfoque es principalmente transacciones cross-border con América Latina.
Esto le ha dado “resultados fantásticos”, apunta Cerezo, “y permite que le ofrezcamos a nuestros clientes un acompañamiento aún más robusto”.
En entrevista para LexLatin, Cerezo habla sobre la estrategia cross-border de DLA Piper.
LexLatin: ¿Qué suelen aportar este tipo de especialistas? ¿Se podría decir que ya es obligatorio que las firmas legales tengan abogados con el know-how sobre el mercado latino?
Francisco Cerezo: La profundidad y tamaño del mercado latinoamericano y estadounidense-latinoamericano son extraordinarios.
Para atender debidamente las necesidades de este mercado no se puede contar con individuos que solamente hacen una que otra operación. Se requiere un nivel de experiencia y conocimientos que solamente la experiencia da. Es decir, individuos que llevan años desempeñándose en la región y que poseen tanto las herramientas técnicas como los conocimientos (cultural, social, político y económico) del entorno.
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¿Cuáles son las oficinas más activas en la contratación de abogados cross-border y cómo se benefician los clientes con su presencia?
Contamos con miembros de nuestro equipo en oficinas a través de los EE. UU., incluyendo Washington D.C., Texas, Chicago y California. Habiendo dicho eso, el grueso del equipo se encuentra en Nueva York y Miami, pues esas dos ciudades son los centros más importantes para el trabajo cross-border con América Latina.
Nuestra práctica es global y tenemos clientes en múltiples sectores e industrias. Por tal razón, trabajamos con una amplia gama de clientes, desde compañías globales, multilatinas, pymes y hasta emprendedores, incluso soberanos y grupos empresariales - family offices, así que el denominador común es cross-border.
Además, muchos de nuestros abogados que trabajan en la oficina de Puerto Rico cuentan con formación y admisión en distintas barras de EE. UU., por lo que también ofrecemos el servicio cross-border a través de ellos.
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¿Cuál mecanismos y prácticas exitosas han desarrollado, en su experiencia, estos abogados?
Nuestra práctica latinoamericana ofrece asesoría y apoyo integral en múltiples áreas incluyendo M&A, financiamientos, private equity, infraestructura, alianzas público-privadas, mercados de capitales, arbitraje, reestructuración, investigaciones internas y cumplimiento, propiedad intelectual, laboral y tributario, entre otras especializaciones.
Esto nos permite ofrecer un universo amplio de servicios legales que nuestros clientes puedan necesitar en cualquier momento, y también nos permite navegar exitosamente los ciclos económicos de los mercados, al igual que la volatilidad política y social que frecuentemente vemos en la región.
¿Qué hace a un candidato mejor que otro?
La excelencia técnica en su materia es fundamental para cualquier abogado. Más allá de eso, para el trabajo cross-border es importante y útil no solamente hablar el idioma sino la cultura en su definición amplia: entender y saber navegar el entorno social, cultural, económico y político es críticamente importante.
Contratar abogados cross-border es una estrategia que otras firmas internacionales también tienen, en el caso de DLA Piper, ¿cuál es su valor agregado o diferenciador?
Un diferenciador importante que ha sido muy bien recibido en el mercado y por clientes es nuestra plataforma global, que incluye oficinas en múltiples países de América Latina.
Nuestros equipos bilingües y biculturales cross-border trabajan de manera integrada. La integración y conectividad de los equipos de trabajo en tantas jurisdicciones hace de nuestra oferta algo distinto a la de otros bufetes.
Pensando en el futuro, a mediano plazo, ¿cuál es su ruta para 2025? ¿Cuáles tendencias en el sector legal seguirán alentando esta estrategia?
Para el 2025 continuaremos ejecutando nuestro plan estratégico, robusteciendo nuestra oferta, desarrollando nuestro talento, integrando y aumentando la conectividad de nuestros equipos globales para el beneficio de nuestros clientes.
Más allá de eso, como un bufete líder en inteligencia artificial, estaremos viendo mayores avances en ese frente, lo que incluye aumentar las eficiencias e implementar soluciones para clientes que hace apenas unos años ni nos podíamos imaginar.
Nuestro compromiso con América Latina es firme, nuestra estrategia está dando excelentes resultados y confiamos que, en 2024, 2025 y en los siguientes años veremos un desarrollo continuo, no solamente de nuestra práctica sino del mercado legal LatAm y el de US Latino.
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Los recientes cambios de operación de DLA en Brasil y Colombia
En Brasil
La firma abrió una oficina en São Paulo, Brasil, donde tiene un acuerdo de cooperación con Campos Mello Advogados, acuerdo que se mantendrá. La oficina paulista trabajará como un eje de consultoría legal extranjera bajo la ley estadounidense para atender a empresas brasileñas e internacionales, con asuntos transfronterizos en América y otras regiones.
El equipo de esta nueva sede, como acostumbra DLA Piper en su estrategia de gestión y crecimiento, es multilingüe y multicultural y está reforzado por los socios (basados en Nueva York) Amadeu Ribeiro, Marcello Hallake y Bruno Soares, quien también es el nuevo office managing partner, y atenderán clientes en operaciones locales y transfronterizas, como fusiones y adquisiciones, banca, financiamiento de proyectos, mercados de capitales, financiamientos, cumplimiento, antimonopolio y disputas, además de otras áreas de práctica.
La apertura en Brasil atiende no solo a los cambios en materia tecnológica, incluida la adopción de inteligencia artificial generativa que ha llevado a la firma a diseñar estrategias de implementación de soluciones, sino también al hecho de que Brasil es un mercado competitivo y de cambios rápidos, donde la industria fintech ha experimentado un crecimiento significativo, convirtiéndolo en uno de los principales mercados de América Latina junto con México en esta materia.
Con esto en la mira, DLA Piper enfocará parte del trabajo de la oficina paulista en el mercado fintech, para aprovechar el marco regulatorio del país para este, tomando en cuenta desafíos como la inestabilidad económica y política, así como la falta de infraestructura tecnológica.
En opinión de Bruno Soares igualmente pueden haber “oportunidades únicas para las fintech” en el país, a través de la flexibilidad en el análisis de crédito y la concesión de préstamos en un contexto de altas tasas de interés e inflación.
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En Colombia
Dentro de los cambios más inmediatos que ocurrieron dentro de la firma no solo está la inauguración de la sede en São Paulo, sino también la interrupción de la alianza que sostuvieron por años Martínez Beltrán y DLA Piper, que derivó en un cambio de nombre para la firma colombiana (ahora llamada Martínez, Quintero, Mendoza, González, Laguado & De La Rosa) y el cese inmediato del acuerdo de cooperación.
Esta decisión se tomó para que la firma colombiana se convierta en una firma autónoma con amplios proyectos de internacionalización, que incluye la inauguración de una oficina en Madrid, España, lo que –a la vez– la convierte en la primera firma colombiana con representación en España (siguiendo una tendencia que inició hace unos años entre las firmas latinoamericanas y de la que ya hemos hablado en LexLatin).
A pesar de la separación, las firmas informaron que continuarán colaborando en asuntos de clientes comunes y se comprometieron a no interrumpir la calidad del servicio al cliente durante la transición, por lo que el “divorcio” no altera la estrategia cross-border de DLA Piper, que ha sido vital para su crecimiento y posicionamiento.
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