Los equipos de alto desempeño son como motores bien engrasados: funcionan sin problemas, entregan resultados consistentes e impulsan el progreso de la organización. Sin embargo, crear y mantener dichos equipos no es una tarea sencilla. Los desafíos que enfrentan los líderes al tratar de dar forma a estos equipos son complejos y variados, abarcan desde la falta de confianza hasta la falta de atención a los resultados, cada obstáculo presenta su propia amenaza al éxito del equipo. ¿Cómo superarlos?
La base de un equipo eficaz es la confianza mutua entre sus miembros. Sin esto, todas las demás características deseables (puntualidad, innovación, eficiencia…) se ven comprometidas. Aquí es donde muchos líderes enfrentan su primer desafío: la falta de confianza.
Patrick Lencioni, autor en temas de administración de empresas, destaca la importancia de aceptar la propia vulnerabilidad para que, con esta actitud, se cree un agente catalizador capaz de generar confianza. Cuando los miembros del equipo se sienten cómodos siendo abiertos y auténticos entre sí, la confianza florece.
Además, es esencial promover un entorno para un debate saludable. El debate es una herramienta poderosa para estimular el pensamiento divergente y generar nuevas ideas. Sin embargo, es igualmente importante seguir este debate con diálogo, buscando la convergencia y el compromiso en relación con los mejores resultados para el equipo y la organización en su conjunto. Este enfoque ayuda a evitar la trampa de la armonía artificial y promueve un verdadero compromiso.
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En la literatura existen trabajos interesantes sobre el tema. En 'Increíblemente simple: la obsesión que llevó a Apple al éxito', Ken Segall aborda la rareza de una cultura organizacional que ve los conflictos de una manera franca y constructiva, donde se alientan las conversaciones valientes y los conflictos se ven como oportunidades de enriquecimiento.
Según Segall, es más común en el mundo empresarial encontrar una “píldora de oro” seguida, ocasionalmente, de una verdad sin filtrar.
Trabajar en un entorno donde se evita la verdad puede hacer que las personas se sientan desconectadas y desmotivadas. La “verdad esporádica” es cuando alguien rompe la falsa armonía y expresa la verdad, provocando muchas veces sorpresa o malestar. Este tipo de entorno no es saludable para el crecimiento y la productividad del equipo.
El compromiso es el próximo desafío a afrontar. A menudo la falta de compromiso surge de una falta de claridad o alineación entre los miembros del equipo. Aquí los líderes deben asumir la responsabilidad de facilitar debates abiertos y garantizar que todos comprendan los objetivos comunes. Esto no solo promueve un mayor compromiso, sino que también fortalece la cohesión del equipo.
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A su vez, la evasión de responsabilidades es otro obstáculo importante. Para superarlo es fundamental establecer una cultura de responsabilidad dentro del equipo. Cuando los miembros se sienten responsables no solo de sus propias tareas sino también del éxito colectivo, el desempeño del equipo mejora significativamente.
Finalmente, el equipo debe mantener su atención en los resultados. Esto significa dejar de lado los objetivos individuales y el estatus personal en favor del éxito colectivo. Cuando cada miembro del equipo se compromete a lograr resultados, la motivación y la eficacia aumentan.
Además, es importante que las organizaciones reconozcan y valoren el esfuerzo y desempeño de sus equipos. Los premios y bonificaciones no solo fomentan el compromiso, sino que también demuestran el compromiso de la empresa con el desarrollo personal y profesional de sus empleados.
Construir y mantener un equipo de alto rendimiento no es una tarea fácil, pero es fundamental para el éxito de cualquier organización. Al abordar los desafíos de la falta de confianza, compromiso, responsabilidad y enfoque en los resultados, los líderes pueden construir equipos verdaderamente efectivos.
Promover un ambiente de confianza y diálogo, establecer un compromiso claro con objetivos comunes, fomentar una cultura de rendición de cuentas y mantener el enfoque en los resultados son pasos esenciales en este proceso. Con dedicación y compromiso, los equipos pueden superar estos desafíos y alcanzar su máximo potencial, impulsando el éxito de la organización.
*Cínthia Leite es gerente administrativa de Tourinho Leal Drummond de Andrade Advocacia.
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