Almacenamiento de energía, fortalecimiento de la paraestatal CFE, inversión privada y fuentes renovables, ¿qué hay que saber sobre el Plan Nacional de Energía que determinará el próximo sextenio?
Durante la primera semana de noviembre, el Gobierno de Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional de Energía; un proyecto que se pretende desarrollar hasta 2030 y que requerirá la inversión de 23.400 millones de dólares para la generación, transmisión y distribución de energía. Según Sheinbaum, se trata de su propuesta para recuperar el proceso perdido con las reformas de 2013 y 2018.
Luz Elena González Escobar
“Nuestro objetivo es que el Estado recupere su capacidad para ordenar, regular y orientar el desarrollo del sector eléctrico y la transición energética, con una visión de mediano y de largo plazo, porque para nosotros la planeación es clave para promover un desarrollo equitativo, inclusivo e integral para todas y todos los mexicanos”, anticipó Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía.
ElPlan Nacional de Energía tiene cuatro objetivos concretos: impulsar la soberanía energética, lograr que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) vuelva ser empresa pública y que esté a cargo del 54 % de la generación eléctrica, favorecer la inversión privada, y avanzar hacia la transición de energías limpias.
“Con esta estrategia, se recupera la capacidad de planeación, se ponen reglas claras para el 46 % disponible para la inversión privada y queda muy claro cómo va a seguir creciendo la Comisión Federal de Electricidad”, declaró Sheinmabum.
Uno de los ejes de la reforma es abordar los retos y limitaciones en la generación, transmisión y distribución de electricidad.
El plan de inversión prevé destinar esos 23.400 millones de dólares a la CFE de la siguiente manera: 12.300 millones para la generación de 13 mil 24 megawatts; 7.500 millones para reforzar la infraestructura; y 3.600 millones para la distribución de la energía en hogares.
“Desde una perspectiva política, el Plan Energético representa una continuación de los objetivos sociales de la administración anterior, de Andrés Manuel López Obrador, que se evidencia en las enmiendas constitucionales propuestas para convertir a la CFE y a Pemex en empresas de beneficio social, eliminando el lucro y el retorno para accionistas, como incentivos principales”, explica Robert da Silva Ashley, colíder regional para Estados Unidos y América Latina (P3 & Infraestructura) deDLA Piper.
Uno de los avances más significativos de la propuesta de Sheinbaum es incentivar la inversión privada y extranjera, a pesar de que la reforma constitucional limita la participación de empresas.
Robert Da Silva Ashley
“Desde el punto de vista económico, el plan reconoce la necesidad de una inversión significativa en modernización. No solo busca aumentar la proporción de energía renovable y limpia en la matriz energética y aprovechar las tendencias globales, como el nearshoring y el friendshoring (especialmente en la cadena de valor de semiconductores e infraestructura digital); sino que también admite que el capital de los inversionistas internacionales desempeñará un papel fundamental para alcanzar estos ambiciosos objetivos”, enfatiza el experto en energía renovable e infraestructura.
La Estrategia Nacional del Sector Eléctrico forma parte del Plan Nacional de Energía y persigue cuatro ejes:
Fortalecimiento de la planeación del Sector Eléctrico Nacional. El objetivo de la primera etapa es promover la soberanía energética para garantizar un desarrollo equitativo, inclusivo e integral.
Justicia energética. El plan contempla el acceso universal a la energía: las tarifas no se aumentarán por encima de la inflación, se otorgarán subsidios, y se llevarán a cabo dos programas específicos —uno para sustituir el uso de leña en las cocinas y otro para instalar paneles fotovoltaicos en los hogares del norte del país—. A su vez, el plan incentiva acuerdos entre las empresas privadas y las comunidades para impulsar el desarrollo regional.
Fortalecimiento de la CFE. “La CFE va a seguir creciendo, va a seguir fortaleciéndose. ¿Cómo? Con esquemas financieros ya probados, con los cuales vamos a seguir aumentando el número de megawatts de generación, y un porcentaje muy importante de ellos va a ser de fuentes renovables de energía”, explicó la presidenta.
Inversión privada. Hay tres esquemas de participación privada para generación de energía: contratos de largo plazo que podrán ser licitados; a través de la nueva figura de “productores mixtos”, que participarán con la CFE; y empresas que quieran generar y usar el mercado para vender su energía de forma lícita. “La participación privada deberá contribuir al desarrollo local con principio de legalidad y apoyo a las comunidades propietarias de la tierra”, especificaron.
Con la reforma energética, Sheinbaum planea transparentar las reglas de juego para invertir en los sectores de Energía e Infraestructura de México. De hecho, busca dejar en claro de qué modo sus políticas surtirán efecto en los negocios y asuntos legales durante los próximos seis años.
Las dos modificaciones más importantes son, quizás, las relacionadas con impulsar energía limpia: producir al menos un 45 % de electricidad proveniente de fuentes renovables e imponer un límite a la producción de petróleo.
“El objetivo de alcanzar un 45 % de generación eléctrica a partir de fuentes renovables es ambicioso. La viabilidad de esta propuesta dependerá, en gran medida, de la eficacia de la legislación habilitante y de las normas regulatorias vigentes para enfrentar varios desafíos, como la modernización de la red eléctrica, la expansión de la transmisión, la implementación estratégica de soluciones descentralizadas a gran escala para sectores industriales y residenciales, así como las limitaciones de infraestructura relacionadas, como agua y transporte", señala Robert da Silva Ashley.
De acuerdo con el experto, esto se debe lograr atrayendo capital internacional, tanto en forma de inversión accionaria como de financiamiento mediante deuda, enfrentando restricciones estructurales como el límite del 46 % a la propiedad extranjera en activos de generación eléctrica y el nuevo enfoque de la CFE como empresa de bienestar social.
La participación privada en el sector eléctrico será de hasta el 46 % y se priorizará la inversión en energías renovables. “Se estima que la inversión privada podría añadir entre 6.000 y 9.000 MW de energía limpia”, pronostica el gobierno.
¿Qué efecto podría tener el Plan Energético de Sheinbaum sobre los modelos de asociación público-privada en México?
Robert da Silva Ashley. El impacto que tendrá el Plan Energético de la presidenta Sheinbaum en los modelos de asociaciones público-privadas (APP) en México es, por ahora, una incógnita. La comunidad internacional de inversionistas está observando con detenimiento los resultados de la legislación habilitante; entre las principales inquietudes destacan:
Cómo la nueva estructura de bienestar social de la CFE y Pemex interactuará con las expectativas de retorno sobre inversión (ROI) de los inversionistas.
Cuáles serán las dinámicas de reparto de riesgos acordes al estándar del mercado, especialmente en un contexto de restricciones fiscales significativas.
Mantenemos un optimismo moderado sobre el desarrollo de este tipo de proyectos en los próximos 2 o 3 años. La economía mexicana ha sido relativamente estable y orientada al crecimiento de manera constante durante gran parte de la última década, a pesar de las fluctuaciones políticas tanto a nivel nacional como en el vecino del norte. La política monetaria de México ha contribuido a esta estabilidad relativa y a una trayectoria positiva.
A su vez, el contexto geopolítico favorece al país, sobre todo por el creciente interés de Estados Unidos en trasladar capacidades clave de manufactura a la región, integrándose en la cadena de valor de semiconductores; así como la expansión de centros de datos de datos a gran escala y el desarrollo energético asociado que conlleva la actividad.
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