La managing partner de Arias en Panamá, Siaska SSS Lorenzo, quien ha centrado su práctica en derecho laboral, competencia y cumplimiento, telecomunicaciones, energía e infraestructura, concesiones, ofertas públicas y privatizaciones, comentó para LexLatin el panorama legislativo panameño: hay restricciones legislativas que tendrían que reformarse y hay pendientes importante a atender.
Este es el capítulo Panamá del especial de LexLatin sobre el Día Internacional de la Mujer.
¿Qué ley le parece un gran acierto para empoderar a las mujeres en Panamá?
En Panamá existen cuotas de participación femenina que intentan darle visibilidad a la participación política de la mujer. Las hay para partidos políticos y gobierno corporativo, por ejemplo. Aunque yo no estoy a favor de las cuotas perse, como mecanismo de equilibrio, me parece ineludible que empodera a las mujeres de manera transitoria.
¿Cuáles son las leyes que hacen falta para fomentar la contribución de las mujeres en el desarrollo del país?
Faltaría incluir mayor equidad de participación femenina en las Juntas Directivas de las entidades estatales, autónomas y semiautónomas y en los tres Órganos del Estado.
También es fundamental que existan guarderías públicas cercanas a la comunidad que se ocupen del cuidado de los hijos para que la madre pueda salir, se instruya y logre generar oportunidades de progreso familiar.
¿Qué leyes ha identificado que todavía plantean restricciones para las mujeres?
Aunque la igualdad de oportunidades es una garantía fundamental consagrada en la Constitución de la República de Panamá, al menos en materia laboral, el Código establece normas que restringen la participación y el trabajo a las mujeres en actividades peligrosas o insalubres.
Tampoco existe regulación que expresamente prohíba al empleador efectuar preguntas discriminatorias como planes de maternidad a futuro e inclusive requerir pruebas médicas para determinar la contratación o no de una mujer.
¿Cómo se podría garantizar que las mujeres sean parte del desarrollo económico del país?
En mi opinión, el tema de que la mujer se integre a la vida profesional, pública o política va más allá del tema legal; es un asunto de educación y oportunidades. Alianzas público-privadas que permitan que la empresa privada se beneficie con la contratación de mujeres, sin que ello signifique una preferencia económica o social hacia la mujer. Una mujer educada es garantía de una profesional responsable y más todavía, una emprendedora en potencia.
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