El cambio, tantas veces rechazado o resistido, demanda ser gestionado, toda vez que abordamos un proceso de transformación digital en nuestros equipos. Aunque el desafío trasciende a la adopción de tecnología y apunta al reenfoque del mindset, el diálogo al interior de los despachos o los departamentos legales suele empezar por preguntarse sobre el legaltech y el aprovechamiento de sus herramientas.
Este 23, 24 y 25 de marzo no te pierdas Disrupción Digital - Conectando Lawtech + Fintech + Commtech. El Legal Lawit Summit dedicará tres jornadas completas para atender con más de 40 expositores y 6 paneles preguntas claves como esta. ¡Quedan pocos cupos!
La mesa que abre el programa aborda una temática que pasa de clave a esencial, sobre todo ante la irrupción de la pandemia. Esta ha sido nombrada como 'El reto de convertir las herramientas legaltech en claves del negocio' y estará integrada por Eva Bruch (AlterWork), Fernando Peláez-Pier (LexLatin), Alejandro Sánchez del Campo (Wolters Kluwer España) y Fabián Urriago Guzmán (Gómez - Pinzón). Los especialistas charlaron con LexLatin para compartir sus perspectivas y desafíos en la materia.
Adquiere un descuento especial: ¡Inscríbete aquí al evento con el código LEXLTN30!
Primeros pasos
Para Eva Bruch, PhD en Transformación digital y especialista en innovación con énfasis en el sector jurídico, atender interrogantes sobre herramientas legaltech puede ser el primer paso para conocer áreas de valor en la transición tecnológica.
“No podemos decidir qué herramientas necesita un despacho sin hablar antes con sus profesionales, conocer cómo trabajan e identificar sus necesidades. Este proceso previo no solamente asegura que podremos abordar la —nada sencilla— tarea de seleccionar la herramienta que mejor encaje con la firma, sino que habremos hecho partícipes a los principales stakeholders, quienes tendrán que utilizarla”.
De acuerdo con Bruch, consultora de AlterWork, conocer cómo funciona el equipo legal contribuye a cuidar activos valiosos del despacho o del departamento legal, como el conocimiento de los servicios jurídicos brindados y las estrategias desplegadas para atender a los clientes.
Fabián Urriago Guzmán, Knowledge Management Director de la firma colombiana Gómez - Pinzón, explica que “se hace necesario poder identificar el conocimiento más importante o estratégico y, en paralelo, lograr implementar y adoptar la tecnología más idónea que permita gestionar de forma eficiente ese conocimiento, garantizando el ciclo de captura, almacenamiento seguro, administración y actualización y lograr poner a disposición de todos los abogados ese conocimiento”.
Es decir, la comprensión del legaltech pasa por conocer el uso de tecnología que se usa en la actualidad para eficientizar la atención al cliente y aterriza en el resguardo y optimización de los componentes del servicio.
No dejes de leer: Commtech, lawtech y fintech en los despachos legales
Los avances en la región
Fernando Peláez-Pier, CEO de LexLatin, comenta que el sector legal ha atendido varios frentes en materia de innovación y disrupción digital, en gran medida a través del uso activo del legaltech. Para Peláez-Pier, los cambios en materia de transición tecnológica ya son notorios.
“Para inicios de 2020, el número de firmas que había emprendido procesos de innovación y transformación digital era bajo. La pandemia llevó a un mayor número de firmas a iniciar trabajos en la innovación de sus procesos y su automatización, por ejemplo, con la elaboración de documentos, control de casos o control administrativo de trabajo solicitado por el cliente. Igualmente, los programas de manejo de la información y gerencia de proyectos son programas que un mayor número de firmas está incorporando”, refiere.
Aunque no haya data exacta para la región, el abogado, quien presidió la IBA, apunta a México, Chile y Perú como los países que más “ruido” estarían haciendo en esta materia.
Bruch, por su parte, coincide con la elección de Chile y añade a Colombia y Argentina como países que están “avanzando en la creación de herramientas legaltech”. La especialista hace especial reconocimiento a “su gran capacidad de adaptación a las necesidades de las firmas locales”.
Te puede interesar: El futuro de las firmas, hacer del cambio un aliado prometedor
A decir de Alejandro Sánchez Del Campo, Innovation and Legaltech Counsel de Wolters Kluwer, a esta lista también se debe agregar Brasil. Aunque para él sea mejor no enfocarse en los avances por país, sino por “despachos y abogados pioneros que están haciendo esfuerzos por entender el impacto de la tecnología en su negocio y buscando la forma de aprovecharla para trabajar de forma más eficiente”, detalla.
Urriago Guzmán hace un balance similar al de Sánchez Del Campo. En su opinión, es mejor hacer una lectura más conservadora. Para el especialista es más atinado leer al “camino de la transformación digital” en un nivel exploratorio.
“En mi opinión, hoy existe una brecha muy grande entre los desarrollos tecnológicos legaltech y su real adopción para prestar servicios jurídicos, este es uno de los retos que tenemos, el reducir la brecha y agilizar la adopción porque la tecnología no se detendrá”.
El cambio de mindset requiere: awareness e incentivo
El cambio cultural que la transformación digital y la adopción de legaltech requieren puede ser alentado de dos maneras. Sánchez del Campo da los pormenores:
“Por un lado, se puede explicar bien por qué se están implantando esas herramientas y qué se quiere conseguir de cada uno de los abogados. Por otro, se puede premiar o incentivar el uso de esas tecnologías y, en general, el cambio de mentalidad para ser más digital y disruptivo”.
No te pierdas: Comprar inmuebles en el metaverso
La experiencia ganada en la pandemia y en los esfuerzos impulsados antes de ella no deben pasarse por alto. Para ello, Sánchez del Campo, quien asesora al directorio del Global Legaltech Hub, presenta como antesala al Lawit Legal Summit, tres lecciones claves para poner en práctica en relación con el uso de legaltech.
- Identificar áreas de uso práctico: no implantar tecnología sin tener claro el objetivo que queremos conseguir y qué proceso vamos a mejorar.
- Ensayo y error: hay que aceptar los fallos y errores. No hay magia, ni atajos, ni soluciones universales que valgan para todas las firmas. Cada organización tiene que trazar su plan y tener la flexibilidad suficiente para adaptarlo cuando no esté cumpliendo los objetivos previstos.
- Impulsar un proceso gradual: es importante entender que esto es un proceso gradual y sostenido, más que una revolución. No tiene sentido pretender que el despacho cambiará en seis meses luego de una inversión en herramientas y capacitación. Esta es una carrera de fondo, no un sprint de 100 metros.
Add new comment