La Asociación Venezolana de Arbitraje (AVA) ha enfocado su Octava Edición en la era digital. Próxima a celebrarse, del 18 al 22 de julio, la AVA llevará a cabo un programa que incluye dos días de conferencias, destacando las nuevas tendencias en el fuero arbitral y el acelerado proceso de adopción de tecnologías, como parte del proceso transformacional propio de la pandemia.
Con Diana Droulers a la cabeza como presidenta, la AVA cumplió en abril nueve años desde su fundación, con el compromiso de difundir el uso del arbitraje, entre otros medios de resolución de conflictos, como una alternativa para la resolución de controversias en Latinoamérica. A su vez, busca promover a Venezuela como fuero apto para el desarrollo de arbitrajes internacionales.
El arbitraje en la era digital
Para Droulers, una revisión justa de la materia, sobre todo cuando se trata de la era digital, debe ser 'desde los anteojos' donde es primordial el “adaptarse”. La experta, quien entre el 2009 y 2017 fue presidenta de la Federación Internacional de Instituciones de Arbitraje Comercial (IFCAI), destaca cómo la crisis sanitaria concretó a fuerza la adopción de herramientas tecnológicas y, con ello, la optimización de procesos.
“Lo primero fueron los sistemas de comunicación para llevar la presencialidad a lo virtual. De allí se desarrollaron diversas plataformas, se mejoraron algunas que ya venían en camino, que permiten reunirse con apoyo de documentos, salida a salas de “chat” o salas de descanso, para quienes no pueden o deben estar presentes durante parte de las discusiones. Todos los días hay adelantos en materia de experticia, hay aún más adelantos en materia de inteligencia artificial y resoluciones online”, detalla.
Para ella, otro aspecto clave y favorable viene desde el control de gastos o lo que podría denominarse la capacidad de ahorro, gracias al uso de la tecnología.
“La cantidad de tiempo y dinero ahorrado por las partes en los casos es enorme en cuanto a reuniones y audiencias, envío de documentos y seguridad. Los expedientes vienen encriptados por correo electrónico, las pruebas son de fácil acceso, las reuniones son mucho más eficientes. Claro que nada es igual a verse en persona y hay casos en los cuales lo presencial es primordial”.
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Contexto político y económico de Latinoamérica
En cuanto al cambiante contexto político y económico, el reciente ascenso de Gustavo Petro en Colombia, país vecino de gran influencia para la región, se suma a la tendencia que asoma en el último quinquenio de conformarse un bloque político de izquierda en América Latina. Para Drousler, toca prestar atención al desarrollo del mercado arbitral que esto pueda suscitar y los escenarios que podrían darse en función de la agenda que impulse el gobierno de Petro.
“Habrá que ver cómo se comportan los factores económicos en Colombia y qué medidas toma este gobierno. Si los inversionistas se ven afectados tomarán sus decisiones en cuanto a reclamos, si las condiciones cambian y no se puede cumplir con contratos en el exterior aumentarán los conflictos. Cuando hay crisis económica aumentan los conflictos y cuando hay crecimiento económico se van creando nuevas áreas de inversión, nuevos contratos, negocios y, de la mano, está la solución de controversias que inevitablemente llega, así que tenemos que verlo de los dos lados”.
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El desarrollo del arbitraje en Venezuela
A pocos días de realizarse la VIII Edición del Congreso Venezolano de Arbitraje Nacional e Internacional, LexLatin tuvo una detallada conversación con Diana Drousler, para conocer cómo se ha desarrollado el arbitraje en Venezuela, hacia dónde va, cómo se ubica en relación con la región y cuáles son sus perspectivas para el impulso de las iniciativas de la AVA, como sus manuales de Reglas para el Arbitraje y Uso de Pruebas y la creación de la Red jóvenes en el Arbitraje.
¿Cómo afronta el fuero arbitral venezolano la pospandemia? ¿Qué jurisdicciones latinas diría están a la vanguardia y por qué?
Diana Drousler: Siempre nos meten en un saco al hablar de 'arbitraje en América Latina', pero en realidad los países son bastante distintos en cuanto a su legislación y jurisprudencia. Por más que se hagan esfuerzos para uniformar de cierta manera las legislaciones, aún hay grandes diferencias. Por ejemplo, Perú ha crecido enormemente porque hay arbitraje obligatorio, por lo cual han sufrido los llamados dolores de crecimiento y tienen una comunidad arbitral muy desarrollada.
Brasil ha sido el último en firmar acuerdos internacionales, pero tiene muchos arbitrajes.
Venezuela tiene una legislación moderna y un buen récord de jurisprudencia desde la entrada en vigencia de la Ley de Arbitraje Comercial. Sin embargo, nuestra crisis económica afecta el número de casos; si no hay muchos negocios no hay contratos con cláusulas de arbitraje, por lo cual no hay tantos casos.
¿Cuáles son los principales desafíos en un proceso arbitral actualmente en Venezuela? ¿Qué tanto ha aportado el marco regulatorio en su desarrollo?
Diana Drousler: La destreza de los abogados, la planificación de los casos, tener en cuenta todas las herramientas que están al alcance de los clientes y saber aprovecharlas para cada caso en particular. El marco regulatorio es muy bueno en Venezuela, la Ley de Arbitraje Comercial es amplia y los reglamentos de los centros de arbitraje se han adaptado a la realidad y a la necesidad de los usuarios.
¿Qué mejoras a nivel normativo están pendientes para optimizar tal objetivo?
Diana Drousler: No modificaría el marco jurídico del arbitraje. Tiene las garantías que debe tener, la jurisprudencia en general ha sido buena en interpretar las dudas que han surgido a través de los años. Hay que estar muy conscientes de que cuando un tribunal de justicia ordinaria toma alguna decisión que perjudica el arbitraje, no lo hace de oficio. Detrás de esa decisión hay algún abogado que le está dando argumentos al tribunal para que dicte esa sentencia. Yo siempre he defendido y dicho que a quien no le gusta el arbitraje no haga uso de él, es muy claro que es una opción y nadie está obligado a incluir una cláusula arbitral.
Aportes de la AVA
¿Cómo va el uso y la aplicación de las Reglas AVA de Arbitraje independiente? ¿Y las Reglas AVA de Prueba?
Diana Drousler: La creación de estas reglas, siguiendo el ejemplo de las reglas de la IBA, es para hacer aún más previsible el desenvolvimiento de un proceso arbitral, disfrutando plenamente de la libertad de acordar reglas que faciliten el procedimiento sin tener que pensarlo para cada caso. Como no son obligatorias, uno opta por utilizarlas. Cuando se ve pertinente emplearlas, son muy útiles.
¿Cuál es su balance de ambos instrumentos y qué mejoras avizora necesarias a un año de haberse emitido el documento?
Diana Drousler: Es difícil saber cuánto se han utilizado ambos instrumentos. Se recomienda integrarlos en algunas cláusulas arbitrales, pero eso toma tiempo. Desde que se suscribe un contrato hasta que se plantea un conflicto y, posteriormente, el caso se lleva a un arbitraje, todo ello toma tiempo.
Habría que esperar un poco para ver cuán populares han sido. Ahora en el Congreso tendremos una visión más clara de su uso en la práctica, a partir del panel que se ha dispuesto para hablar de ello. Allí se contarán las experiencias, las expectativas cumplidas y lo mejorable. Lo bueno de estas reglas es que no son un marco jurídico formal y se pueden ir adaptando a la realidad y la práctica con más facilidad.
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Otro logro que cumple un año es la creación de la Red AVA de Jóvenes en el Arbitraje, ¿ya ha logrado consolidarse? ¿Qué retos y desafíos quedan pendiente de concretar?
Diana Drousler: A los jóvenes los estamos siempre apoyando para que participen y este grupo es la mejor demostración de que quieren hacerlo. La capacidad de trabajo y estudio que tienen es admirable, el entusiasmo para acometer las tareas también. Se ha consolidado y tiene proyectos propios. El viernes el evento es de los jóvenes y está apoyado por las universidades, por lo que nos sentimos satisfechos en que estamos todos jalando hacia el mismo objetivo que es -en definitiva- que el arbitraje como herramienta sea bien conocida y utilizada para que genere campo de acción para quienes creen en ella y, en efecto, sirva para ampliar el acceso a la justicia comercial o de inversiones.
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