
Este año se espera que concluyan los trabajos de la Línea de Transmisión de 345 kV, que conecta Pepillo Salcedo, Guayubín y El Naranjo con el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), un proyecto que inició enmarcado dentro del plan de expansión energética, impulsado por el Gobierno dominicano, para fortalecer la capacidad de transmisión eléctrica y aprovechar el potencial energético de la región norte, anunciado en diciembre de 2022 por el presidente Luis Abinader. ¿Cuáles son los desafíos que abrió su implementación?
De acuerdo con Antonio Almonte, ministro de Energía y Minas, este programa haría, por primera vez, del servicio eléctrico uno 'estable y suficiente para cubrir la demanda de todos los dominicanos".
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Para Rita Soriano, abogada sénior y directora de la práctica de Derecho Administrativo del despacho dominicano Estrella & Tupete, Abogados, quien fue parte de la asesoría de este proyecto, la importancia de este proyecto radica en que la energía y su acceso seguro y económicamente eficiente ha sido ya considerado como un derecho fundamental.
"Esto nos conmina, como país, a robustecer cada vez más nuestra infraestructura energética. La garantía de provisión de este tipo de servicio tan básico para el sector industrial se traduce en seguridad para el inversionista y esto, a su vez, en incremento del desarrollo nacional, crecimiento económico y estabilidad", menciona.
Con una inversión que forma parte de los 2,470 millones de dólares destinados a proyectos energéticos en Montecristi, según lo anunciado por el presidente Abinader en agosto de 2023, este desarrollo no solo incrementará la capacidad de generación y transmisión de energía, sino que también sentará las bases para una red eléctrica más robusta y sostenible. En entrevista, Rita Soriano explora los desafíos y las oportunidades que se abren a raíz del precedente que sienta este proyecto.
A través de la conexión de las estaciones de Pepillo Salcedo, Guayubín y El Naranjo se facilitará la integración de la central Manzanillo Power Land y otros proyectos energéticos en la zona de Montecristi con el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), ¿cuáles han sido los retos de este proyecto?
Rita Soriano. Definitivamente, los mayores retos se han presentado en el proceso de gestión y negociación de los derechos reales y fundamentales alcanzados por la ruta de la Línea de Transmisión que fue acordada entre el Estado y el desarrollador.
Proteger los derechos de cada involucrado ha sido un reto que hemos logrado superar con las mejores valoraciones en cada transacción.
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Dada la relevancia de la línea de transmisión, ¿qué medidas se han tomado para asegurar el cumplimiento normativo y la protección medioambiental?
El trazado de la línea de transmisión ya tenía un Permiso Ambiental, no obstante, fueron propuestos algunos cambios y, para prever cualquier situación, antes de iniciar el desarrollo del proyecto, se llevó a cabo un estudio de impacto ambiental integral de todo el trayecto que abarcaba ese nuevo trazado.
Al efecto, la emisión de un nuevo Permiso Ambiental y un plan de manejo adaptado a la realidad actual nos permitió garantizar el cumplimiento normativo y la protección ambiental.
En su experiencia, ¿cuáles son los beneficios clave que esta infraestructura aportará a la región norte del país, tanto a nivel energético como económico?
Se trata de una infraestructura que ha sido concebida con los estándares de calidad y novedad más altos. El trazado propuesto permitirá el desarrollo de nuevos proyectos y la ampliación de la capacidad de producción y transmisión de energía eléctrica. Sin dudas, el crecimiento económico va de la mano con el incremento de la generación energética del país.
La Línea de Transmisión de 345 kV implica una importante inversión y un complejo proceso de implementación. ¿Cuáles han sido las principales colaboraciones y alianzas estratégicas que han facilitado su desarrollo?
Hemos logrado alianzas valiosas, tanto a nivel público como privado. Elecnor, como empresa epecista, ha sido un gran aliado, así como la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED). La sinergia lograda entre todos los involucrados, sin temor a equivocarme, ha sido la clave para el avance a tiempo del proyecto.
¿Qué desafíos legales identificaron al gestionar el acuerdo con la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) para la construcción y puesta en servicio de la Línea de Transmisión?
Quizá el más importante es que hace falta claridad en las disposiciones legales que aseguran la ejecución de un acuerdo de este tipo. De manera más específica: es importante voltear la mirada al proceso que sobreviene a la etapa de construcción y puesta en operación de la línea de transmisión.
Como firma legal con experiencia en la asesoría de proyectos de infraestructura energética, ¿cómo visualizan el desarrollo de futuras iniciativas en la República Dominicana tras la conclusión de esta obra?
El camino ya ha sido trazado. Este proyecto debe convertirse en la guía fundamental para todos los demás que tanto necesita el país. Sin duda alguna, las iniciativas deberán florecer a partir de este momento, pues, este proyecto se convierte en un referente de éxito para todo el sector energético.
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