Decreto Nº 12.466/2025: Gobierno de Lula revierte alza sobre impuesto a transacciones internacionales tras reacción de mercados

La economía brasileña está atravesando una fuerte tensión: la inflación interanual fue de 5,32% en mayo. / Foto: Presidencia.
La economía brasileña está atravesando una fuerte tensión: la inflación interanual fue de 5,32% en mayo. / Foto: Presidencia.
La decisión de triplicar el impuesto sobre las transacciones financieras (IOF) encendió las alarmas en los mercados brasileños.
Fecha de publicación: 27/06/2025
Etiquetas: Brasil, reforma fiscal

El mercado manda; al menos así parece en Brasil. Cronología de una decisión apresurada: el 22 de mayo de este año, el Gobierno Federal publicó el Decreto Nº 12.466/2025, que aumentaba las alícuotas del Impuesto sobre Operaciones de Crédito (“IOF/Crédito”), Cambio (“IOF/Cambio”) y Seguro (“IOF/Seguros”).

“Este es el comienzo del cierre de capitales, del control de cambios”, disparó Tony Volpon, ex director del Banco Central do Brasil, al conocer la noticia.

Un día después, ante la creciente presión de los mercados, el Ejecutivo dio marcha atrás con el aumento del IOF por operaciones de divisas realizadas por fondos de inversión para aplicaciones en el mercado internacional, pero mantuvo los demás aumentos. 

La medida no conformó al mercado: el 11 de junio, el Gobierno de Lula Da Silva publicó el Decreto Nº 12.499/2025, que derogó los Decretos Nº 12.466/2025 y Nº 12.467/2025, manteniendo parcialmente los aumentos iniciales e incorporando nuevas modificaciones.

André Novaski

“El gobierno necesita más recursos para equilibrar las cuentas públicas. Como el IOF puede aumentarse inmediatamente por decreto, sin necesidad de aprobación del Congreso Nacional, el 22 de mayo se decidió derogar el Decreto Nº 6.306/2007 y emitir el Decreto Nº 12.466/2025 para disponer el aumento de las alícuotas. Dadas las repercusiones negativas que se generaron inmediatamente, el gobierno dio marcha atrás en el aumento del IOF en casos puntuales”, explica André Novaski, socio del área fiscal de Demarest Advogados.


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¿Por qué el impuesto a las transacciones financieras generó tanto revuelo?

Por un lado, porque el IOF pasó de 0 a 3,5% sin escalas. Por otro, porque el propio Gabriel Galípolo, presidente del Banco Central, declaró que se resistía al uso de la tasa del IOF como un recurso para perseguir el objetivo fiscal.

“Es el Banco Central quien tiene la prerrogativa de manejar la política cambiaria. De la noche a la mañana, el IOF sobre las inversiones extranjeras pasó de 0 a 3,5%. Esto se llama control de capitales. Si es control de capitales, influirá en el tipo de cambio, influirá en las decisiones del Banco Central, influirá en la confianza de los operadores”, adhirió el economista Felipe Salto, ex Secretario de Hacienda y Planificación del Estado de San Pablo.

Más allá de aumentar las tasas del IOF para las operaciones de crédito de las empresas, el decreto del Gobierno había unificado el impuesto del 3,5% a las remesas y compras internacionales y había impuesto un gravamen a los depósitos superiores a 50 mil reales (8.850 dólares) anuales en planes de pensiones. ¿El objetivo final? Recaudar 61.500 millones de reales antes del 2026.

Como el dólar no tardó en reaccionar -escaló rápidamente en el mercado de futuros y se desplomó más de un 3% en el EWZ, el índice de referencia de la bolsa brasileña en Nueva York-, el 25 de junio el Congreso de Brasil aprobó la anulación del aumento del impuesto a las transacciones internacionales.

La medida, aprobada por amplia mayoría, entorpece el plan de Lula da Silva, que consistía en cumplir las metas fiscales sin reducir el gasto social.

“La principal consecuencia del aumento del IOF/Crédito era el aumento del coste de las operaciones crediticias, ya que obtener fondos para realizar negocios en Brasil se había vuelto caro. El aumento del IOF/Cambio también tenía un gran impacto, ya que se había vuelto diez veces más caro retirar dinero de Brasil”, señala André Novaski.

Para el socio de Demarest, el cambio introducido por la MP 1.303 en relación con la compensación de créditos fiscales era muy preocupante. “Al generar una gran incertidumbre jurídica, cualquier medida de esta índole afecta la planificación fiscal de las empresas”, advierte.


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La complejidad de cumplir la regla fiscal sin apoyo del Congreso

La economía brasileña está atravesando una fuerte tensión: la inflación interanual fue de 5,1% en febrero y escaló a 5,32% en mayo, por debajo de las previsiones del Banco Central. El organismo estima que el indicador se mantendrá estable en torno al 3,6% para el cierre de este año.

Para hacer frente a esta situación, el gobierno federal impuso un límite al crecimiento del gasto público hasta fines del mandato presidencial de Lula Da Silva (2026). Ante la escasez de recursos, y para cumplir con la normativa, el mandatario impuso por decreto la suba del IOF.

Sin embargo, la estrategia falló con el duro revés en el Congreso. “Tendremos que hacer recortes en programas sociales y en derechos de los trabajadores; nosotros queremos que los ricos paguen la cuenta”, aseguró el diputado Lindbergh Farias, líder del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados.

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