El desafío energético de los data centers, ¿puede España sostener su crecimiento?

"Si algún país busca ser hub de innovación digital, es esencial que promueva la inversión de los distintos actores", indica Lucía González Fernández, socia de Ontier. / Foto: Getty Images.
"Si algún país busca ser hub de innovación digital, es esencial que promueva la inversión de los distintos actores", indica Lucía González Fernández, socia de Ontier. / Foto: Getty Images.
España se ha transformado en un hub digital para la instalación de los centros de datos, pero podría perder su incidencia en la industria por falta de redes. Se estima que para 2030, los data centers consumirán cerca del 3% de la electricidad total.
Fecha de publicación: 27/02/2025
Etiquetas: data center, energía, España, energías limpias

Los data centers están creciendo a pasos agigantados: el año pasado, Meta y los tres proveedores de servicios en la nube más importantes de Estados Unidos —Alphabet, Amazon y Microsoft— gastaron 180.000 millones de dólares en infraestructura de centros de datos.

Ahora bien, más allá de que los centros de datos son un pilar fundamental de la economía digital, también están haciendo estragos con el consumo de energía. De hecho, se estima que solo en Europa los centros de datos consumirán cerca del 3 % de la electricidad total para 2030. ¿Cómo impactará este consumo en la sostenibilidad y los sistemas energéticos nacionales?

Lucía González Fernández, socia y directora del área de Energía de Ontier España, explica que a medida que la demanda de servicios en la nube, inteligencia artificial y almacenamiento de datos se dispara, los centros de datos requieren cantidades masivas de electricidad para operar y refrigerar sus servidores.

Lucía González
Lucía González

“Para el desarrollo y explotación de los data center es clave tener garantizado un alto volumen de suministro de energía eléctrica, tanto para el funcionamiento de los sistemas como para el enfriamiento de la infraestructura, lo que hace necesario un acceso 24/7 a un suministro de alta disponibilidad, con sistemas de respaldo suficiente, continuado, estable y libre de fluctuaciones, y con una infraestructura eléctrica que debe ser capaz de soportar la demanda actual y el crecimiento futuro. El alto consumo de energía que suponen los centros de datos hace que sea un negocio en el que se están interesando la mayoría de los actores del sector energético; más aún si hablamos de energía renovable y su posibilidad de tratar de ofrecer eficiencia energética, sostenibilidad y reducción del coste de energía, que es el insumo fundamental para el negocio”, señala la experta.

España, en este sentido, se ha transformado en un hub digital para la instalación de los centros de datos. El país ibérico lo tiene todo: infraestructura avanzada en materia de telecomunicaciones; ubicación estratégica entre Europa, América y África; alta producción de energía renovable; decisión gubernamental de seguir atrayendo a data centers; una proyección de crecimiento a 30 años; y precios muy competitivos en el coste de energía.

Sin embargo, enfrenta un desafío crucial: garantizar que el crecimiento no comprometa la estabilidad del sistema eléctrico ni retrase la transición energética, dado que la infraestructura energética actual es insuficiente. ¿Qué regulaciones y estrategias pueden mitigar su impacto en la red eléctrica?

En una entrevista exclusiva con LexLatin, Lucía González Fernández (LGF) analiza los retos legales, regulatorios y energéticos que plantea la creciente demanda de los centros de datos en el contexto de la transición hacia un modelo energético más sostenible.

España podría perder competitividad en la industria de los data centers por falta de redes. Desde tu punto de vista, ¿cuáles son las principales barreras estructurales que enfrenta el país? 

LGF: Son varias las barreras estructurales a las que se enfrentan los data centers en España, que incluyen importantes desafíos para el negocio. Una de estas barreras, quizás la más evidente y que supone el mayor hándicap para el desarrollo del negocio, es el acceso a la energía necesaria, debido a una infraestructura energética insuficiente y la falta de planificación que pueda responder a las necesidades del sector.

La infraestructura eléctrica que tenemos hoy en día es claramente insuficiente y el desarrollo de data centers requiere un suministro eléctrico altamente fiable y con capacidad para soportar largos periodos de alta demanda. En este sentido, la Asociación Española de Data Centers ha resaltado que las inversiones en infraestructura eléctrica no están acompañando el ritmo del desarrollo tecnológico ni la demanda en este sector, por lo que hoy en día España no está preparada para la demanda eléctrica que van a exigir los data centers.

Otra de las principales barreras es la burocracia y trámites administrativos. La industria de centros de datos en España lleva ya tiempo reclamando mayor agilidad en los procesos de obtención de permisos y licencias. Los procesos administrativos son lentos y complejos y la planificación de la red es deficiente, lo que dificulta y retrasa la instalación y operación de centros de datos, consecuentemente desincentivando la inversión en estos, ya que tampoco hay un marco claro de tramitación. A esto se le suma la falta de coordinación entre organismos, como ya también se refleja en los proyectos de energía renovable, y la fragmentación entre las competencias de los gobiernos locales, autonómicos y nacionales complica aún más la planificación y ejecución de proyectos

Sabemos que el crecimiento de los data centers está directamente vinculado al aumento del consumo energético, ¿cómo evalúas el impacto de este sector en la estabilidad y sostenibilidad del sistema español? 

El impacto del sector de los centros de datos en las redes en España es considerable, ya que demandan grandes cantidades de energía de manera constante y predecible, lo que puede llegar a generar riesgos de saturación de la red, si no dotamos al sistema de la capacidad y tecnologías necesarias para el crecimiento de la demanda que traen consigo los centros de datos. 

Asimismo, es esencial la integración de las energías renovables para poder continuar con los planes de descarbonización y eliminar la huella de carbono de estas instalaciones, dado que gran parte de la energía que utilizan todavía se produce a partir de combustibles fósiles.

Si bien es cierto que el desarrollo de data centers no está exento de riesgos relacionados con la sostenibilidad, prácticamente en el desarrollo de todos los proyectos de centros de datos se está considerando la adopción de medidas para reducir el impacto ambiental, a través del uso de energías renovables, la implementación de tecnología de refrigeración más eficientes y la optimización del uso de recursos.

Si bien España ha avanzado en energías renovables, ¿crees que este crecimiento está alineado con las necesidades de sectores muy demandantes, como los data centers? ¿Qué ajustes serían necesarios en términos de políticas públicas o infraestructura? 

El crecimiento de las energías renovables en España es algo innegable, impulsado por políticas públicas, grandes inversores y un fuerte interés en la descarbonización. Sin embargo, es necesario que este crecimiento se alinee con las necesidades de los sectores intensivos en consumo eléctrico, como los data centers, ya que a veces las fuentes renovables no puede alinearse completamente con la demanda por su intermitencia.

A pesar de que España está a la cabeza en generación de energía renovable, las fuentes renovables con mayor capacidad de generación, como la eólica y la solar, no pueden garantizar una oferta constante de energía

Los data centers, que son consumidores de energía masivos y constantes, requieren de una seguridad de suministro predecible y fiable tanto en periodos donde las fuentes renovables consiguen generar energía como en aquellos momentos en los que no. En consecuencia, el desarrollo y operación de data centers crea un desajuste entre la oferta y la demanda y pone de manifiesto las limitaciones del sistema energético renovable y de redes. 

El almacenamiento de energía se convierte en una solución fundamental para afrontar estas fluctuaciones, permitiendo a los data centers acceder a electricidad renovable en todo momento, independientemente de la disponibilidad de la generación a partir de fuentes renovables. A largo plazo, esta capacidad de almacenamiento no solo contribuiría a satisfacer la demanda constante de los centros de datos, sino que también mejoraría la estabilidad de la red eléctrica en general, reduciendo los picos de demanda y la dependencia de fuentes no renovables de energía, como los combustibles fósiles. 

En este sentido, si la propuesta de regulación para un mercado de capacidad en el sistema eléctrico -publicado el 18 de diciembre de 2024 por MITECO- llega a buen puerto y se desarrolla de la mano de los distintos actores, estamos ante una buena noticia para todo el sector.

¿Qué papel juega la regulación energética en la viabilidad de proyectos híbridos que combinen energía limpia con infraestructuras digitales de alto consumo?

La regulación es fundamental para la viabilidad de cualquier tipo de proyecto y no cabe duda de que para los proyectos híbridos que combinen energías con infraestructuras digitales de alto consumo, como los data centers, también lo es. Al requerir un alto nivel de inversión, es necesario dotar a los inversores de un marco normativo adaptado al negocio, que les proporcione las condiciones necesarias para desarrollar los proyectos de manera rentable y dentro de un marco de seguridad jurídica.

La regulación debe abordar los aspectos más técnicos y de operación de estos proyectos, garantizando así mayor estabilidad en su implementación y operación a largo plazo. Esto implica desarrollar de forma clara la integración de las tecnologías renovables, así como la gestión y operación en el mercado de este tipo de proyectos.  

En países que buscan ser hubs de innovación digital, ¿qué iniciativas regulatorias o fiscales podrían adoptarse para incentivar la inversión tanto en data centers como en energías renovables?

Desde un punto de vista de iniciativas regulatorio, es indudable la necesidad de establecer un marco regulatorio robusto y estable, adaptado al sector de los data centers y a los nuevos modelos de negocio de las energías renovables (como puede ser la hibridación de proyectos o el almacenamiento), reduciendo la burocracia, simplificando la obtención de permisos y licencias y agilizando los procesos de obtención. A su vez, contemplaría la necesidad de una organización del sistema eléctrico a largo plazo que dé seguridad y estabilidad de suministro.

Por otro lado, si se quiere incentivar la inversión en energías renovables para su uso en data centers, es importante establecer políticas que promuevan el uso de esta energía e implementar estándares de eficiencia energética, más allá de fomentar certificaciones ambientales para garantizar que los data center operen de manera sostenible.

Si algún país busca ser hub de innovación digital, es esencial que promueva la inversión de los distintos actores, por ello es conveniente dotar al país de políticas fiscales atractivas, que incluyan créditos fiscales, exenciones fiscales, incentivos para la innovación tecnológica, ayudas y financiación para proyectos sostenibles. 

Convertirse en un polo de data centers requiere un balance entre infraestructura digital y disponibilidad energética, ¿qué lecciones puede ofrecer España a otros países, especialmente de América Latina, que buscan posicionarse en este sector? 

Uno de los aspectos clave a tener en cuenta es la importancia de una planificación de infraestructuras a largo plazo: es fundamental garantizar un equilibrio entre el crecimiento de las energías renovables no gestionables, la gestión de la oferta y la demanda, así como la instalación de todo tipo de proyectos, destacando en este caso los del sector de los data centers y la capacidad energética disponible. 

A medida que aumenta la demanda de estos centros, los gobiernos y las empresas deben prever una desarrollo proporcional de la infraestructura energética; no solo en términos de generación, sino también en lo relacionado con el transporte, el almacenamiento de energía y el consumo, de lo contrario podríamos estar presionando la red.

Es crucial que los estados sigan invirtiendo en la modernización y crecimiento de la infraestructura energética para mantener la estabilidad del sistema y no perder oportunidades de negocio, como la que los centros de datos nos presentan. 

Si tuvieras que definir un “checklist” para que España y otros países puedan liderar la industria de data centers desde una perspectiva sostenible, ¿qué elementos serían imprescindibles? 

En primer lugar, es clave un marco regulatorio claro que fomente la inversión tanto en energías renovables como en infraestructuras de almacenamiento energético. Este marco debe facilitar la integración de energías renovables en los procesos operativos de los data centers, garantizando un acceso continuo y seguro a fuentes de energía renovable.

En segundo lugar, considero importante establecer incentivos fiscales y financieros, estos beneficios deben también extenderse a los proyectos de investigación y desarrollo (I+D+i) en el campo de las energías renovables y la eficiencia energética. La creación de un ecosistema favorable a la innovación en estas áreas permitirá la adopción de nuevas tecnologías que, con el tiempo, hagan que los data centers sean cada vez más sostenibles y menos dependientes de fuentes de energía no renovables.

Por último, un plan de desarrollo de infraestructuras que permita a los data centers acceder a la cantidad de energía que necesitan, sin comprometer la estabilidad del sistema eléctrico. Este plan debería poner especial atención en aquellas zonas en las que se prevea una mayor concentración de data centers o en aquellas zonas que se juntan data centers con otras infraestructuras también demandantes o grandes núcleos urbanos. 

Desde la perspectiva de Ontier, ¿cómo pueden los despachos de abogados contribuir a la transición energética y a la atracción de inversiones en infraestructura digital? 

Los despachos de abogados jugamos un papel clave en la transición energética y la atracción de inversiones en todo tipo de proyectos. La transición energética es un proceso complejo que involucra múltiples actores, regulaciones y marcos legales, y nuestro trabajo es simplificar este panorama para nuestros clientes, ayudándoles a moverse con confianza en un entorno de constante cambio. 

Nuestro papel no es solo interpretar la normativa, sino ver cómo la normativa -o en muchos casos la falta de normativa- puede afectar al negocio. Y además, dado que conocemos profundamente el negocio, el sector y los actores clave dentro de este, podemos ofrecer un asesoramiento altamente especializado y estratégico con un valor añadido al puramente legal que, por otra parte, es lo que los clientes claramente demandan cada vez más. 

En Ontier, en lo particular, buscamos maximizar el valor de los proyectos de cada uno de nuestros clientes, asegurando que puedan tomar decisiones informadas desde un punto de vista legal y minimizar riesgos en un sector tan competitivo y en crecimiento como el de los data centers, la infraestructura digital y, por supuesto, el energético.

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