Cuatrecasas Acelera aprovechó su sexta edición para testear la madurez del ecosistema latinoamericano. Esta iniciativa, centrada en el análisis con miras a “una posible futura edición para Latam”, en palabras de Francesc Muñoz, CEO de Cuatrecasas e impulsor de Cuatrecasas Acelera, halló en MO Technology de Colombia una startup idónea para el programa, debido a la claridad respecto de sus retos regulatorios a nivel financiero.
Si bien el programa de aceleración apuesta por esa amalgama entre la tecnología y lo legal, esta no excluye a otros sectores (Fintech, Insurtech, Proptech, Healthtech, Regtech, Deeptech, etc.), donde los emprendimientos cuentan con una “elevada complejidad jurídica derivada de modelos de negocio complejos, tecnologías disruptivas con un difícil encaje con la regulación o por operar en sectores regulados”, detalla Alba Molina, Innovation project manager de Cuatrecasas.
Este 2021, con ímpetu expansivo, Cuatrecasas Acelera registró un 20% de aplicaciones desde Latinoamérica. Esta proactividad les ha permitido, en palabras de Molina, analizar sus necesidades y aproximarse también a los principales agentes del ecosistema en Perú, Chile, Colombia y México, países a los que se dirigía la convocatoria en la región. La iniciativa empieza a mostrar el brillo de una geografía por mucho tiempo percibida opaca en términos de innovación.
El relacionamiento de Cuatrecasas con la innovación se consolida a través de su programa Fast Track, que celebró este año su cuarta edición, y el Cuatrecasas Ventures, vehículo que ya ha invertido en seis startups. Su experiencia, nutrida por distintas misiones de scouting para conocer a las startups legaltech y al ecosistema emprendedor de otros países, hacen recomendable prestar atención sobre su perspectiva del mercado de la innovación y la transformación que va generando el sector.
¿Por qué no debe pasar desapercibido el acercamiento del derecho y el legaltech para el sector?
Francesc Muñoz: Las tecnologías y la abogacía eran dos mundos aparentemente opuestos y hoy se han aliado para entenderse. La abogacía se ha caracterizado por ser una profesión tradicionalmente conservadora y reticente a los cambios. Este panorama ha cambiado en los últimos años con la irrupción de la innovación tecnológica en el sector legal.
Actualmente, las empresas son conscientes de que las tecnologías representan una excelente oportunidad para desarrollar el negocio legal, permitiendo ofrecer un valor añadido al cliente y además impulsar la eficiencia y competitividad. El conocimiento, también tecnológico, de los abogados es nuestro principal activo. A través de la open innovation estamos en contacto con la digitalización y transformación digital de muchos sectores que exigen cambios normativos para poder seguir proporcionando la infraestructura necesaria para el crecimiento económico y garantizar sociedades estables. Situaciones en las que el abogado tiene un enorme y relevante rol gracias a su conocimiento.
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Tomando en cuenta las ediciones anteriores, ¿se puede decir que hay mayor madurez en la adaptación de procesos digitales e innovación dentro del sector?
Alba Molina: Sí, cada vez hay proyectos más maduros. El legaltech ha crecido en España exponencialmente en los últimos años. Cuando empezamos el scouting de startups legaltech para la primera edición de Cuatrecasas Acelera apenas se llegaba al medio centenar de startups del sector. Actualmente, España cuenta con más de 170 startups legaltech y un creciente ecosistema alrededor que les ayuda, entiende sus necesidades y sus ventajas competitivas.
Iniciativas como el Global Legaltech Hub nacieron con la voluntad de liderar el proceso de transformación de la industria legal, generar conocimiento a través de todos los partners de la industria, creando y facilitando espacios de diálogo entre los distintos agentes del ecosistema legaltech, desde startups, universidades e instituciones públicas a grandes corporaciones y proveedores tecnológicos. Actualmente y tras poco más de un año desde su constitución, ya cuenta con más de 150 partners, entre ellos Cuatrecasas.
¿Cuál es el aprendizaje de Cuatrecasas Acelera respecto del emprendedurismo en el sector?
AM: La experiencia de todos los programas nos ha permitido detallar procesos, metodologías, estrategias y equipos. Hemos analizado a más de 1.000 startups, acompañado a más de 35 startups, involucrado a más de 80 profesionales, destinado más de 1.200 horas en asesoramiento legal y más de 1.000 horas en asesoramiento de negocio. Hemos identificado más de 300 retos, involucrado a más de 40 profesionales de Comunicación, Business Development, Marketing, Diseño, Área de Conocimiento e Innovación, IT y Finanzas, e impactado a través de pruebas pilotos a más de 10 áreas de negocio.
Tras seis años escuchando, pivotando y entendiendo el ecosistema, los principales aprendizajes han sido en relación con la mejor forma de acercar nuestra propuesta de valor a la startup, atendiendo sus necesidades y objetivos. Lograr identificar el target al que va enfocado el programa, atendiendo a los objetivos planteados, ha sido algo que hemos ido aprendiendo. Por ejemplo, conocer qué madurez de startups conviene al programa nos ha permitido determinar el alcance del ‘call’ y establecer criterios que permitan realizar más fácilmente el screening. Una startup seed es difícilmente visible fuera del país en el que se establece y normalmente la startup busca primero consolidarse en su mercado más próximo, por lo que se debe procurar que esté alineado con la madurez de las startups o de lo contrario podría suponer un sobreesfuerzo identificarlas.
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¿Qué reveló la pandemia respecto de la innovación en el sector? ¿Cuáles son los desafíos que permanecen renuentes?
FM: La pandemia mundial ha puesto de manifiesto la falta de digitalización del sector legal, forzando la transformación digital de aquellas empresas que la ignoraban. El sector legal necesita de su digitalización para responder a las necesidades de un entorno tecnológico y a los constantes cambios en los hábitos de consumo de la sociedad. La pandemia ha puesto de manifiesto y ha impulsado una digitalización que debería haber iniciado antes y que se desarrolla, como he mencionado, con lentitud. Esto se debe a la falta de conocimientos, habilidades o competencias tecnológicas por parte no solo de los decisores, sino también de los propios usuarios; a la aversión al riesgo y reticencia al uso de herramientas legaltech. Algunas firmas se han visto forzadas a la digitalización de procesos y la incorporación de tecnologías que permitan y aseguren el normal funcionamiento de su actividad. Esta apuesta por la tecnología e innovación se inició hace varios años en Cuatrecasas, lo que nos ha permitido mantener la actividad, teletrabajando, con total normalidad.
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