¿Por qué en Latinoamérica nos cuesta tanto luchar contra la corrupción? ¿Cuál es el frente desde el que debe insistir el sector legal latino para lograr algún cambio? A decir de Gustavo Morales, socio líder de compliance en Marval O'Farrell Mairal, intentar destrabar este proceso requiere tomar conciencia de los frentes que rodean esta lucha.
El especialista en procesos de investigación interna y litigios delimita el análisis de lo actuado y lo que se avecina en esta materia a través de tres ángulos: marco normativo, aplicación (enforcement) y cultura.
“El primer ángulo es la normativa anticorrupción y su desarrollo. Es decir, el hecho de contar con normas legales en el mundo y en la región que sean sólidas en esta materia. El siguiente ángulo es la aplicación de esa normativa o enforcement. La principal figura en ese aspecto es EE.UU., seguido por Brasil a nivel regional. Este último con picos importantes como el caso Lava Jato, entre otros tantos, que le dejaron lecciones y un enforcement destacable. El tercer eslabón es mucho más profundo y tiene que ver con la cultura: ¿cómo en cada uno de nuestros países vivimos la regulación anticorrupción? Cuando se articula un programa de compliance considerando estos ángulos o eslabones, el más complejo de atender es la cultura, es decir, la reacción que internamente se tiene contra la corrupción”.
En opinión de Morales, el desafío a futuro para Latinoamérica es el enforcement, por lo que considera necesario contar con instituciones fortalecidas que lideren la aplicación de las normas y prácticas anticorrupción de manera sostenida; requerimiento que podría verse removido del foco de atención de los latinoamericanos ante el contexto desafiante que rodea a la pospandemia, que incluye una recesión rampante y escasez de materias primas ante la crisis entre Ucrania y Rusia.
Este 14 de septiembre, Marval O'Farrell Mairal realizará la quinta edición de la Conferencia Anual de Compliance Anticorrupción e Investigaciones de la firma. El evento se llevará a cabo de forma híbrida (presencial y virtualmente) y será gratuito, previa inscripción.
A continuación, Gustavo Morales aborda aspectos clave para conocer el camino que sigue el compliance y la lucha contra la corrupción desde el sector legal y corporativo en la región, práctica de amplio espectro que, en palabras del abogado, es “de naturaleza interdisciplinar y que -apalancada por la tecnología- tiene actualmente un crecimiento exponencial”.
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Tendencias, industrias y ESG
¿Cuáles son las industrias que más han desarrollado programas de cumplimiento para optimizar su crecimiento en Argentina?
Gustavo Morales: Hay dos industrias que en Argentina muestran una constante evolución de sus programas de compliance, me refiero a farma y petróleo y gas.
Para empezar, ambas industrias son de naturaleza multinacional global y eso demanda aplicar altos estándares en el cumplimiento. Por otro lado, son industrias que interactúan permanentemente con funcionarios públicos y acá vuelvo a las conductas más tradicionales en términos de compliance, como fraude y corrupción.
Al interactuar permanentemente con el sector público y ser negocios de envergadura, es clave tener programas de compliance robustos, maduros y modernos. Con todo ello, debe estar el compliance en el desarrollo de los negocios que se aproximan para prevenir y manejar de manera adecuada los riesgos que puedan presentarse en la necesaria mejora de la matriz energética de Argentina.
Considerando el contexto preponderante en materia de lucha contra la corrupción en la región y a Brasil como uno de sus epicentros, ¿qué tendencias marcan la pauta en compliance en esta jurisdicción?
Creo que Brasil ha tenido un movimiento súper relevante. Si uno compara hoy los estándares de compliance de las empresas brasileñas con las del resto de la región, no hay duda de que los estándares de las primeras son de lo mejor. ¿Por qué y cómo lo ha logrado? Sencillamente porque han tenido tantos casos de enforcement, algunos de envergadura regional, que se generó esa cultura.
Mi lectura es que la experiencia de Brasil en investigaciones internas es solo inferior a la de Estados Unidos. Ahora, si Brasil pierde el enforcement, en cinco, seis u ocho años vamos a estar hablando de una generación de ejecutivos, compliance officers y profesionales de legales que no van a tener esa experiencia.
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¿Cómo se transversaliza el enfoque ESG en programas de compliance? ¿Cómo ve el avance de este proceso en el sector legal latino?
Primero hay que considerar las diferencias entre saber de ESG y asesorar a clientes concretos en sus temas, decirles por qué deberían o podrían tomar una ruta de acción determinada, qué beneficios y riesgos tienen en ese camino bajo este enfoque.
En este momento, diría que en la región se ha generado mucho más ruido sobre ESG que situaciones concretas, es decir, el término y las ideas a su alrededor han viajado más rápido que los casos, por lo que veo necesario comprender primero cómo aterrizan sus conceptos en la práctica.
En términos de compliance, creo que el ESG está en sus etapas iniciales. En los próximos cinco años vamos a ver varios avances en la región e, incluso, en ese momento, habrá un margen importante para seguir creciendo hasta que resulte algo estándar de contemplar dentro del compliance, como ocurría hace 15 años, por ejemplo, contra el maltrato laboral dentro de los programas de cumplimiento, algo que no era tan común y ahora es absolutamente importante.
¿Qué falta para garantizar su desarrollo hacia el 2023?
Creo que hace falta más discusión de casos concretos, ver de qué estamos hablando en la práctica. Discutir y analizar cómo se aplica en escenarios reales, no expresiones de deseos tan globales que a veces pierden el foco. Ese es el próximo paso para continuar madurando en temas de ESG.
El crecimiento por medio de la tecnología
Desde el frente del Forensic Law y las tecnologías de la información, ¿qué áreas de innovación ve oportuno señalar en la lucha contra la corrupción en Latinoamérica?
El uso de registros digitales para investigar, esclarecer casos y conseguir evidencia es algo que mejora cada día, porque los mismos dispositivos electrónicos mejoran todo el tiempo. Me refiero a los celulares, laptops, hasta dispositivos que no sabes que tienes en el auto. Esa evolución es absolutamente asombrosa y va de la mano con la innovación que cada minuto ocurre en esta materia.
Hoy es definitivamente mucho más fácil investigar y obtener evidencia de un caso de corrupción a partir de la evidencia digital de lo que era hace 10 o 20 años, cuando rezabas para encontrar ese cuaderno, ese anotador, donde alguien ponía 1 millón de a o b y tenías que descifrar que era a o b. Ahora la gente escribe mensajes, no importa si en WhatsApp, Telegram, Signal, se dejan rastros y un volumen de datos relevante. En casos de corrupción la prueba principal es la prueba digital.
La crisis sanitaria ha contribuido muchísimo con esta evolución, porque durante el 2020 y 2021 es posible decir que avanzamos de tres a cuatro veces más rápido en la adopción de tecnología. Definitivamente, la transformación digital seguirá avanzando y las leyes, la abogacía, el compliance y la lucha contra la corrupción están subidos en ese tren.
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Finalmente, ¿algunas novedades desde la Unión Europea o Estados Unidos que sirvan de guía o referencia para el crecimiento en materia de compliance del sector legal latino?
Primero, la adopción de la tecnología y el uso de la nube por parte del sector legal. También está el desarrollo e implementación de la inteligencia artificial, pero creo que eso vendrá más adelante. Por ahora el desafío más realista para el sector legal latino es el uso de la nube, la digitalización. Por otro lado, vamos a continuar viendo muchos desarrollos en temas de privacidad, no tengo duda de eso.
La contracara de todo lo que los datos generan y que puede ser analizado (como evidencia digital) es la privacidad. Entonces vamos a continuar viendo todo tipo de normas en esa materia. Argentina ahora mismo está discutiendo nuevas normas de privacidad y a nivel global esto va a continuar creciendo. Otra área son las normas procesales, concretamente su revisión y actualización, pues están llegando atrasadas respecto de la tecnología y su evolución. Como decía al inicio, las normas anticorrupción han cumplido su misión al tener un sólido planteamiento, pero las normas con las cuales se procesan sus casos son genéricas y antiguas. De hecho, si uno quiere estar a la vanguardia, su proceso de revisión y actualización debería tener cierta constancia.
Antes un cambio significativo en la manera en la que los seres humanos interactuamos y nos desenvolvemos podía requerir 50 años, hoy puede requerir cinco y es probable que pocos años después cambie otra vez. No tengo duda de que estos son aspectos que van a influir en el desarrollo del compliance y también de la abogacía propiamente dicha.
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