“Hoy, hablar de legaltech es reconocer un reemplazo”, asegura Agustín Velázquez García-López, socio en Ava Firm. “Veamos qué sucede con la la inteligencia artificial de la medicina: con el machine learning, un aparato como un robot o una máquina que puede aprender y especializarse en detectar tumores cancerígenos, por ejemplo, con un nivel de error mínimo podría distinguir, entre radiografías, cuáles están limpias y cuáles tienen tumores”.
Hay un auge del legaltech en Latinoamérica, pero no logra los resultados esperados. La pandemia hizo obligatorio el uso de medios electrónicos para prestar los servicios legales, pero aún quedan espacios abiertos para la innovación.
“Estamos próximos a usar aparatos que revisen todas las normas vigentes, incluida la Constitución, por jurisdicción, y sean capaces de emitir, en segundos, un listado de disposiciones inconstitucionales, para atacarlas. Eso podría hacer la inteligencia artificial”, refiere el socio de Ava Firm.
Agustín Velázquez reconoce que el cambio tecnológico por el que apuesta tendría como consecuencia abaratar el trabajo que hacen los despachos y sería el fin del modelo Cravath, piramidal, de cobro por hora facturada: el estudio de normas para dar una opinión, con un equipo especializado en distintas ramas del derecho, podría ser sustituido.
Pero, ¿qué va a pasar con la profesión? “Vamos a poder determinar, para una disputa, quién tiene la razón antes de iniciar un juicio. Tendremos la opinión de nuestro aparato tecnológico y al ver quién ganaría en un juzgado, podríamos negociar entre las partes la conciliación. Y en esa misma lógica, en los tribunales no perderemos tiempo porque el juez va a determinar de manera más rápida quién tiene la razón”.
Ava Firm cuenta con tres aplicaciones para ofrecer servicios legales digitales: TMKonnect, que permite buscar, registrar marcas de manera internacional; Acri Corporativa que facilita el conocimiento, revisión y cumplimietno de normas y reglas de operación y hace un diagnóstico para que las empresas conozcan su situación corporativa, laboral, fiscal y contable, regulatoria, penal, de propiedad intelectual y ambiental, entre otros. La tercera es AVA Firm APP, disponible en GooglePlay y AppStore, se trata de una mudanza de los servicios de la firma al scroll de una aplicación.
Los socios de Ava Firm están convencidos de que las nuevas generaciones no acudirán a las firmas, sino que van a consultarlo todo en sus smartphones. Por ello esta aplicación cuenta con un apartado que está acumulando preguntas y respuestas legales a las que los usuarios podrán tener acceso. Por ahora ya hay un cúmulo de 800 preguntas que los abogados del despacho han atendido como si fueran cualquier consulta. Su plan es construir un buscador robustecido.
En otro apartado, el programa ofrece más 1.000 documentos entre contratos, autorizaciones, licencias y acuerdos disponibles para descargar. “Hemos pensado que no tendríamos problema con que esta aplicación la usen los estudiantes de derecho, cualquiera puede pagar cinco dólares y descargar todos los contratos; hasta podrían armar su propio despacho con ellos. Lo vemos bien porque hemos buscado que en cada contrato haya un equilibrio para los intereses de las partes, justos, sin daño para ninguno de los actores”, comenta.
Esta aplicación además tiene un apartado de noticias legales, verificadas, otro de enlaces útiles para los profesionales del derecho y para emprendedores, hay desde enlaces para ingresar a bibliotecas jurídicas, hasta páginas oficiales de procedimientos. Para darle una dinámica propia, le han agregado un mapa de geolocalización de aliados: invitados de 70 profesiones en 110 ciudades de México.
“Cuando el legaltech se encauce en lo que tiene que ser, nos va a decir el camino, estará ligado a combatir la corrupción y la impunidad y se democratizarán los servicios legales de alta calidad”, concluye Agustín Velázquez.
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