Referéndum en Bolivia: "Todavía quedan 4 años"

Con una estrecha ventaja – de menos del 3% de los votos- la opción del no se impuso en el referéndum para modificar la Constitución boliviana, lo cual le impide al presidente Evo Morales volver a presentarse a las elecciones de 2019. Sin embargo, el primer revés electoral de Morales en 10 años no conllevará cambios significativos en materia económica o legislativa en el corto plazo, de acuerdo con Andrés Moreno, socio de Moreno Baldivieso; Carlos Pinto, socio de Ferrere, y José Bernal, asociado en Guevara & Gutiérrez S.C. Lo que sí impulsará la toma de medidas económicas de diferente alcance es la ralentización de la economía local, debido principalmente a la caída de los precios del gas y los commodities. “Es una realidad innegable”, indica Moreno. “Cuatro años son mucho tiempo e, independientemente de los resultados del referéndum, el Estado está obligado a tomar una serie de medidas económicas inmediatas para afrontar la delicada situación”, señala.  La época de las vacas flacas Preguntados sobre las áreas que requieren mayor atención en materia económica, los consultados son enfáticos: atracción de la inversión extranjera y política monetaria. En cuanto a la primera, “el gobierno ha realizado recientemente visitas a los Estados Unidos y Europa para buscar inversión extranjera. Creo que esta política prevalecerá en los próximos años”, apunta Bernal. De la misma opinión es Pinto: “Debido a la caída del barril de petróleo y los minerales, el gobierno ha doblado esfuerzos para atraer inversión extranjera, con el objetivo de que esta ocupe el espacio que, históricamente, a lo largo del gobierno del Sr. Morales, ha ocupado la inversión pública. Es muy probable que esta política de apertura a la inversión extranjera continúe después del referéndum”. Por otro lado, en política monetaria, “durante los últimos años, el gobierno ha emprendido una gran labor para fortificar la moneda local, que contrasta con la estrategia de la mayoría de nuestros vecinos que han devaluado. Hay que recordar también que hace muy poco Bolivia obtuvo un crédito por 7 mil millones de dólares de la República Popular China. El gobierno entonces está obligado a buscar alternativas para afrontar la situación”, añade Moreno. Escándalos de corrupción Sin embargo, el gran talón de Aquiles de Morales no es la economía. “Los escándalos de corrupción han desgastado la imagen del Sr. Morales y de su gobierno, al punto que se podría atribuir una victoria del no a esos escándalos”, apunta Pinto. En ello coincide Moreno, quien resalta el anuncio realizado por el gobierno el año pasado sobre la celebración de la ‘Cumbre Judicial’. El evento, que tendrá lugar durante el mes de abril, abordará dos puntos críticos: la corrupción y la crisis judicial. “El Estado tiene pues delante de si el gran reto de abordar estos dos temas, que son asuntos que lo han afectado de forma muy negativa”. En materia política, sin embargo, “la victoria del no podría tener una transformación a mediano y largo plazo -tal vez similar a la que ha sufrido Argentina recientemente-, ya que obligaría al partido oficialista, el Movimiento Al Socialismo (MAS), a buscar nuevos líderes políticos, labor que les ha resultado difícil de cumplir en el pasado”, indica Bernal, al tiempo que agrega que “tampoco se percibe todavía un claro líder opositor que pudiera hacerle frente al partido oficialista”. Cambios legislativos Sobre la agenda legislativa, los entrevistados coinciden en que no vislumbran cambios significativos. “Si bien es cierto que una derrota en el referéndum podría modificar los planes legislativos del gobierno, es poco probable que este cambie su agenda en lo que respecta al desarrollo de las leyes que fueron recientemente emitidas y aprobadas, en particular la Ley de Inversiones, la Ley de Empresas Públicas y la Ley de Conciliación y Arbitraje”, señala Bernal. Añade que, aunque las tres leyes son relativamente nuevas, “marcan el terreno de juego que el gobierno ha preparado para atraer y recibir inversiones extranjeras y participación del sector privado”. Sin embargo, indica que todavía “quedan importantes dudas respecto a su aplicación y alcance”, pero que es poco probable que el gobierno cambie su agenda en relación con las normas antes mencionadas, puesto que ellas representan “uno de sus más importantes legados”.  Por su parte, Pinto coincide en que “la mayoría de las reformas legislativas, al menos las que establecen un marco normativo para el sector privado, ya han sido sancionadas por el legislativo”. Finalmente, Moreno concluye que “independientemente del referéndum, el gobierno tiene cuatro años de gestión por delante y que tiene que preocuparse por afrontar una crisis que es inminente”.