La Propiedad Intelectual: herramienta fundamental para el desarrollo de un startup

La Propiedad Intelectual: herramienta fundamental para el desarrollo de un startup
La Propiedad Intelectual: herramienta fundamental para el desarrollo de un startup
Fecha de publicación: 08/06/2016
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Como consecuencia del diseño e implementación de medidas concretas para la promoción a la innovación por parte del Estado, en los últimos años se ha despertado un interés particular por la creación y desarrollo de proyectos de innovación que generan emprendimientos tecnológicos con alto potencial de crecimiento y válidas expectativas de mercado. Estas medidas incluyen la oferta de fondos concursables no reembolsables, capital semilla, incentivos tributarios para I+D+i, concursos y premios a la innovación, ferias y otros eventos tecnológicos especializados, así como la creciente oferta de servicios de incubadoras y aceleradoras de negocios junto a la aparición de asesoría especializada en este campo,

No nos referimos a la creación de empresas tradicionales que ofrecen productos o servicios, sino al desarrollo de negocios nuevos de base tecnológica, en los que la idea innovadora asociada a un producto o proceso con un importante componente de tecnología, resulta ser el elemento esencial. Se trata de emprendimientos tecnológicos novedosos que irrumpen de manera súbita (sin que ello signifique que el desarrollo de la innovación haya demandado poco tiempo) y logran posicionarse rápidamente en el mercado al ofrecer una solución novedosa que muestra enorme potencial de mercado.

La mayoría de las veces son iniciativas individuales generadas por emprendedores jóvenes sobre la base de un único producto o proceso nuevo, que muestran no solo capacidad creativa sino además mucho ímpetu, altos niveles de motivación, decisión y una confianza total en las bondades de su innovación. Si a estas virtudes se suman ciertas habilidades empresariales y conocimiento del mercado al que se orientan, se podría tener avanzado gran parte del camino.

Sin embargo, en este contexto, dada la naturaleza de las startups como emprendimientos tecnológicos, reviste tanta o mayor importancia priorizar no solo la forma y estructura corporativa que tendrá la empresa, sumado a los valores anteriormente señalados, sino además asegurar desde el inicio la adecuada protección de la propiedad intelectual sobre la invención que sustenta y da vida a la iniciativa empresarial.

Por ello, una estrategia afinada y muy bien pensada en materia de propiedad intelectual que garantice la titularidad y, por ende, la exclusividad del activo intangible de naturaleza tecnológica, deberá ser el punto de partida en cualquier análisis sobre la viabilidad y funcionamiento de un tech startup.

Esta estrategia deberá considerar la identificación concreta y alcances del intangible a proteger, la modalidad o vía de protección que mejor se ajuste al caso particular (patente de invención, modelo de utilidad, marca, secreto empresarial, diseño industrial, derecho de autor), los potenciales mercados y por ende la extensión de esta protección (nacional, regional, internacional), así como la administración, vigilancia y defensa de estos derechos. En suma, la estrategia de propiedad intelectual deberá buscar dar respuesta de manera asertiva a las siguientes preguntas: ¿qué proteger?, ¿cómo proteger?, ¿para qué proteger? y ¿dónde proteger? a la luz de los intereses y necesidades de la empresa de base tecnológica a desarrollar.

Tratándose de empresas con potencial de rápido crecimiento, creadas sobre la base de un producto o proceso innovador con gran impacto en el mercado, es muy probable que el emprendimiento no pase desapercibido y, en cambio, sea objeto de intentos de copia, imitación o esfuerzos por replicar la innovación que materializa esta idea de negocio, lo que puede dar al traste con la implementación y escalamiento del emprendimiento innovador.

En este escenario cobran vital relevancia las herramientas de propiedad intelectual, en especial las patentes, a manera de candado que permite bloquear cualquier intento de aprovechamiento de los esfuerzos innovadores de los creadores y gestores de un startup. En efecto, la patente funciona como un claro mandato de no hacer dirigido al mercado, a través del cual se informa no solo sobre la identidad del titular de la tecnología (y por ende del emprendimiento tecnológico), sino además sobre la imposibilidad de acceder a ella sin contar con su autorización, sujeto a sanción.

Pero la importancia de las patentes en estos emprendimientos tecnológicos no se agota en impedir que los competidores accedan a la innovación que la sustenta, sino además permite generar valor como activo intangible, apalancar financiamiento, obtener exclusividad de mercados, facilita la búsqueda de socios/inversionistas, genera una mejor posición de venta y consolida el crecimiento de la empresa de base tecnológica desde su esencia misma.

El alto riesgo que implica la apuesta por una iniciativa empresarial basada en innovación y/o tecnología encuentra su punto de equilibrio si se activan de manera inteligente los mecanismos de protección que la propiedad intelectual provee, lo que permite magnificar la recompensa que este tipo de emprendimientos aporta.

Bien utilizadas, las herramientas de la propiedad intelectual constituyen un aliado en el proceso de desarrollo e implantación de un startup; se convierten en realidad en uno de los aspectos de necesaria atención desde el inicio del proyecto empresarial, constituyéndose en muchos casos en el medio a través del cual se logra convertir a un innovador en un emprendedor, a una creación intelectual en activo intangible, a una buena idea en una empresa exitosa.
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