Venezuela atraviesa desde hace más de seis meses un proceso hiperinflacionario que causa severos daños al tejido social del país. Según la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, la inflación del mes de junio fue de 128,4 %.
La hiperinflación en Venezuela es un factor que está convirtiendo al entorno legal del país en un ambiente cada vez más difícil para los negocios. De por sí, como lo hemos analizado aquí en LexLatin con la economista Anabella Abadi, el entorno regulatorio en Venezuela es complejo. La hiperinflación lo ha complicado hasta niveles que eran muy difíciles de prever.
En primer lugar, la hiperinflación ha hecho todavía menos atractiva la inversión extranjera y nacional en Venezuela, si ello era posible. Para las empresas es muy difícil proyectar rentabilidad en una economía en la que la moneda pierde valor sistemáticamente, mes tras mes. Esta situación se suma a todas las dificultades propias del modelo económico del socialismo del siglo XXI, como el control de cambio y el control de precios vigentes desde 2003.
Además, la hiperinflación está provocando un éxodo dramático de directivos y trabajadores, e incluso de abogados. El impacto que la emigración tiene y tendrá en la economía venezolana aún es difícil de precisar en toda su magnitud.
Pero la hiperinflación también complica al extremo incluso las transacciones cotidianas que deben realizar las empresas y sus trabajadores. En el país hay una escasez de dinero en efectivo que se suma a la carencia de productos. Desde el Gobierno se ha anunciado un proceso de reconversión monetaria cuya entrada en vigencia ha sido suspendida.
El mismo ejercicio de la profesión legal se está viendo impactado, naturalmente. La escasez de efectivo y la dificultad para anticipar presupuestos de honorarios y de gastos han supuesto importantes dolores de cabezas para los bufetes de abogados, que hacen importantes esfuerzos para atender a sus clientes con la calidad acostumbrada. Por ejemplo, el dinero en efectivo es clave para la realización de trámites en procedimientos administrativos y judiciales, como la solicitud de copias certificadas. Sin efectivo, realizar ese tipo de tareas para los clientes se convierte en una traba importante. Igualmente, la fijación de honorarios y de presupuestos de gastos en proyectos relativamente largos, requiere grandes dosis de imaginación, para poder anticipar todos los cambios en el valor de la moneda durante la ejecución del proyecto.
La hiperinflación es una enfermedad económica que está haciendo estragos en el ya maltrecho cuerpo social venezolano. Esos daños se están mostrando particularmente patentes en el entorno legal del país, como era previsible.
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