Hacia el 5G: Retos para la regulación de las telecomunicaciones en Colombia

La innovación en tecnología de telecomunicaciones no descansa y cada día que pasa nos acercamos más y más al nuevo estándar 5G. Pero ¿qué es el 5G? El 5G será el estándar de tecnología móvil, posterior al 4G –LTE (Long Term Evolution), que va a traer servicios de datos y redes más veloces e integradas a las actividades cotidianas, permitiendo el surgimiento de un mundo nuevo de servicios y aplicaciones tecnológicas disponible a todos. Particularmente, se habla de sus importantes aplicaciones en tres frentes:

1. Bandas Anchas Móviles Mejoradas (Enhanced Mobile Broadbands – EMBB) que se refieren a un aumento sustancial en la cobertura y la velocidad de transferencia de datos, trayendo consigo una mejora sustancial en la velocidad y calidad del servicio de internet móvil.


2. Internet de las Cosas Masivo (Massive Internet of Things – MIoT) que se refiere a la interconexión de los dispositivos físicos a través de redes de información. Este se vería mejorado por el aumento en la velocidad y cobertura de la red de datos móviles, permitiendo la interconexión entre todo tipo de dispositivos físico de control y monitoreo. Así se abre campo a tecnologías que permitan, por ejemplo, “edificios y ciudades inteligentes”.


3. Servicios de Misión Crítica (Mission Critical Services – MCS) que se refieren al monitoreo y control de funciones críticas en servicios relevantes para la salud y la seguridad. Por ejemplo, en el caso de los autos autónomos, es necesario que la conexión de estos con la red sea óptima, para evitar accidentes causados por la pérdida de conexión con los sistemas que permiten la ubicación y el manejo de estos, por lo tanto estos requieren un servicio de internet con una conexión muy estable, como la que traería el 5G.

Aparejado a este ambiente de nuevas posibilidades tecnológicas, se espera que el nuevo estándar de telecomunicaciones 5G traiga un crecimiento económico fundamentado en los nuevos servicios y posibilidades de negocios, que podrían establecerse sobre las redes más pervasivas y con mayores aplicaciones, que este nuevo estándar traería consigo a los distintos sectores de la economía. Por ejemplo en enero de este año, la firma de Consultoría económica y tecnológica IHS Markit dio a conocer un estudio en el que estima que para 2035 los servicios relacionados con tecnología 5G, en casi todo tipo de industrias y negocios, producirían alrededor de 12.3 trillones de dólares y cerca de 22 millones de empleos alrededor del mundo.

En este preciso momento, investigadores, empresas y organismos internacionales de todo el mundo están trabajando en el desarrollo de esta tecnología, que se espera esté disponible al público en 2019 o 2020. Igualmente, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que es la agencia especial de las Naciones Unidas encargada de las Tecnologías de la Información, espera en 2020 expedir la recomendación y las características del estándar 5G, que servirán como guía para los operadores y administradores del sector TIC del mundo a la hora de implementarlo alrededor del mundo.

Colombia no ha sido, ni puede ser ajena a los retos y posibilidades que trae consigo la llegada e implementación de una nueva tecnología para servicios de telecomunicaciones, como la 5G. En nuestro país, las principales entidades que regulan el sector de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones son 3: El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), la Agencia Nacional del Espectro (ANE) y la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC). Precisamente son estas las que tienen que tomar las banderas a la hora de promover y desarrollar un ambiente regulatorio favorable que promueva la inversión en infraestructura y que abra las puertas para que los operadores encuentren motivaciones para realizar las inversiones que requerirá la entrada de esta nueva tecnología.

Es así que bajo la dirección de estas entidades debe comenzar a prepararse y desarrollarse regulación que favorezca la promoción de las cuantiosas inversiones que habrán de hacerse por parte de los operadores, para que el 5G se establezca en el país. Si bien se han establecido algunos mecanismos para facilitar el despliegue de infraestructura, es necesario que la administración tome un rol mucho más activo a la hora de favorecer y promover el despliegue y fortalecimiento de la infraestructura necesaria para establecer la tecnología 4G, que no ha sido el más eficiente por el rol pasivo de esta, y así sembrar el camino para un despliegue eficiente y veloz de la tecnología 5G, a través de las enseñanzas obtenidas durante el proceso de 4G.

Lo anterior es especialmente importante en dos dimensiones: Por un lado, es fundamental que Colombia cuente con la infraestructura necesaria para poder  instalar y utilizar en el territorio nacional la tecnología 5G, con el fin de que la población pueda favorecerse y hacerse partícipe de sus virtudes. Por otro lado, la entrada de esta nueva tecnología abre una nueva oportunidad para que países como Colombia puedan cerrar la brecha digital de desarrollo. Esta brecha se refiere a las desigualdades económicas y sociales que existen en cuanto a acceso a tecnologías de la información y las comunicaciones (como acceso a internet,  a telefonía móvil, etc.) que a su vez se traducen en desigualdades en acceso a oportunidades y a bienestar.

Por todo lo anterior, es de vital importancia que los órganos administrativos que controlan el sector TIC en Colombia, empiecen a promover activamente el despliegue de infraestructura por parte de los operadores, estableciendo medidas que creen un ambiente de inversión óptimo para este proceso de despliegue, que se traduzca en mejores precios y calidad de servicio para todos los colombianos, así como mejores oportunidades de negocios para todos los actores del sector.