El futuro de la abogacía

El futuro de la abogacía
El futuro de la abogacía
Fecha de publicación: 02/11/2016
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Afuera el mundo cambia.


Adentro también tiene que cambiar.


Son muchos los sectores que son llevados a los cambios más por los clientes que por decisión propia.


Diversidad, gestión de talento, eficiencias económicas y tecnológicas son, probablemente, los grandes ejes del cambio que están llegando cada vez más rápido a la práctica jurídica corporativa.


En la facultad, las mujeres son enorme mayoría en las clases de derecho. En los despachos, los profesionales generación X se preocupan cada vez más por encontrar quién hará su trabajo actual en un futuro cercano, para poder seguir ellos mismos con su desarrollo profesional.


El achicamiento de partidas presupuestarias para la contratación de abogados externos, fenómeno global que marca tendencia (una curva decreciente, por cierto) desde 2008, obliga a empezar a realizar propuestas de honorarios racionales, en función de una cuantificación previa de costos de la firma. Pocos lo hacen así.


Lo propio en relación a la facturación horaria o a la negativa de los clientes por pagar horas/junior, que consideran un costo formativo que no tienen por qué seguir afrontando.


Lo cierto es que el 27 % de los abogados considera que los mayores cambios en la práctica jurídica de cara al futuro cercano estarán dados por los avances tecnológicos. Los desafíos que representa el capital humano (22 %), la especialización (19 %) y la competencia en el mercado extra jurídico (17 %) le siguen en el orden de importancia, junto con la gestión del negocio (15 %).


Así se desprende de una encuesta realizada por Artículo Uno, que respondieron 1.080 profesionales de países de habla hispana, en el marco de la VI Encuesta sobre el Mercado Jurídico.


Las respuestas de los representantes de una de las profesiones más tradicionales y conservadoras en sus usos y costumbres (con 40°C a la sombra es fácil identificar a un abogado en la calle vestido con traje y corbata), se da en consonancia con el avance de programadores, ingenieros y profesionales de las más diversas disciplinas sobre la abogacía.


Así, surgen fenómenos como el de los contratos inteligentes, escritos en código de programación, que se auto-ejecutan cuando detectan un incumplimiento


En materia de inteligencia artificial y de uso de algoritmos para la resolución de dudas y conflictos, la abogacía está siendo empujada ya no solo a la actualización, sino al mismísimo cambio de paradigma, con el avance de tecnologías como Watson, Ross y Premonition.


Lo que durante siglos estuvo en manos monopólicas de abogados, hoy pasa a manos de otros especialistas y de otros saberes, fenómeno del que da cuenta el colectivo llamado Legal Hackers.


De hecho, que Singularity University haya considerado que el proyecto CrowdJury, una plataforma para administrar justicia ideada por un profesor emprendedor ajeno al negocio jurídico, que no involucra a la abogacía tradicional, pueda impactar positivamente en la vida de más de 1.000 millones de seres humanos, es todo un indicio.


Ni que hablar de que las grandes firmas mundiales de abogados anden en busca de profesionales que manejen código de programación -además de inglés y de experiencia legal.


Los principales ejes de esa transformación serán los que se aborden en el IV Encuentro de Abogados (www.encuentrodeabogados.com.ar), el 4 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, referentes del mercado jurídico, socios de estudios y responsables de legales en empresas compartirán qué están haciendo de cara a #ElFuturodelaAbogacía.

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