Fecha de publicación: 09/12/2015
Etiquetas:
Ayer ocurrió el primer round del proceso de destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante la sesión en la cual los diputados del Congreso de la nación decidieron, 272 votos contra 199, continuar con el juicio contra la mandataria, acusada de alterar los registros fiscales durante su gobierno.
Esto significa que los opositores serán mayoría en la comisión especial creada para analizar la solicitud de impeachment dentro de la Cámara de los Diputados. Ante este panorama, los líderes de los partidos de oposición indican que el gobierno de Rousseff tiene una “base muy frágil”, al tiempo que los líderes oficialistas indican que sus diputados frenarán el impeachment.
El siguiente paso se dará este miércoles cuando los legisladores llenen las actuales 26 vacantes de la comisión, planeada para tener 65 diputados procedentes de todos los partidos del congreso. No obstante, con los resultados de este martes aumentan las probabilidades de que el proceso de destitución sea aprobado.
Una vez que la comisión esté formada, Rousseff tiene 10 días para presentar su defensa. Luego de esto, la comisión sostendrá cinco sesiones para elaborar un informe donde se apruebe o deniegue la destitución, y al pasar de dos días el pleno de la Cámara de los Diputados votará el informe. Para autorizar la apertura se necesitan 342 votos, lo cual representa dos tercios de los diputados, y en caso de que no se obtengan la primera mandataria seguirá al frente de la nación.
En caso de que se abra el proceso de impeachment, este se envía al Senado para retirar de su cargo a la presidenta por 180 días como máximo, tiempo durante el cual los senadores formarán otra comisión que investigará si hubo o no irregularidades en la gestión de Rousseff. En este pleno, se necesitarían 54 de 81 votos (también dos tercios de los votos) para destituirla.
Dilma exige que el proceso concluya rápido
La mandataria pidió, durante una rueda de prensa este lunes, que el congreso acelere el proceso para que concluya “lo más rápido posible” porque, según ella, no puede detenerse el país mientras se espera por una decisión.
Para lograrlo, exigió que no se tome el receso de fin de año dentro del organismo (agendado entre el 22 de diciembre y el 2 de febrero) para que se determine con celeridad si debe responder o no a un juicio político.
A lo largo de este encuentro con los medios, insistió en el argumento de que el supuesto maquillaje a los resultados fiscales de 2014 no es suficiente para iniciar un proceso de destitución, aunque sí admitió que las cuentas señaladas por la contraloría brasileña deben someterse al análisis de la Cámara de Diputados y el Senado, lo cual aún no ha ocurrido.
Esto significa que los opositores serán mayoría en la comisión especial creada para analizar la solicitud de impeachment dentro de la Cámara de los Diputados. Ante este panorama, los líderes de los partidos de oposición indican que el gobierno de Rousseff tiene una “base muy frágil”, al tiempo que los líderes oficialistas indican que sus diputados frenarán el impeachment.
El siguiente paso se dará este miércoles cuando los legisladores llenen las actuales 26 vacantes de la comisión, planeada para tener 65 diputados procedentes de todos los partidos del congreso. No obstante, con los resultados de este martes aumentan las probabilidades de que el proceso de destitución sea aprobado.
Una vez que la comisión esté formada, Rousseff tiene 10 días para presentar su defensa. Luego de esto, la comisión sostendrá cinco sesiones para elaborar un informe donde se apruebe o deniegue la destitución, y al pasar de dos días el pleno de la Cámara de los Diputados votará el informe. Para autorizar la apertura se necesitan 342 votos, lo cual representa dos tercios de los diputados, y en caso de que no se obtengan la primera mandataria seguirá al frente de la nación.
En caso de que se abra el proceso de impeachment, este se envía al Senado para retirar de su cargo a la presidenta por 180 días como máximo, tiempo durante el cual los senadores formarán otra comisión que investigará si hubo o no irregularidades en la gestión de Rousseff. En este pleno, se necesitarían 54 de 81 votos (también dos tercios de los votos) para destituirla.
Dilma exige que el proceso concluya rápido
La mandataria pidió, durante una rueda de prensa este lunes, que el congreso acelere el proceso para que concluya “lo más rápido posible” porque, según ella, no puede detenerse el país mientras se espera por una decisión.
Para lograrlo, exigió que no se tome el receso de fin de año dentro del organismo (agendado entre el 22 de diciembre y el 2 de febrero) para que se determine con celeridad si debe responder o no a un juicio político.
A lo largo de este encuentro con los medios, insistió en el argumento de que el supuesto maquillaje a los resultados fiscales de 2014 no es suficiente para iniciar un proceso de destitución, aunque sí admitió que las cuentas señaladas por la contraloría brasileña deben someterse al análisis de la Cámara de Diputados y el Senado, lo cual aún no ha ocurrido.
WordPress ID
2984
}
Add new comment