Osvaldo Madriz es el nuevo socio del área laboral en Consortium Legal Costa Rica.
Desde su nueva responsabilidad aceptó responder nuestro Cuestionario LexLatin.
–¿Por qué decidió hacerse abogado?
–Estaba en segundo año de colegio (en el Liceo de Paraíso) cuando un profesor de estudios sociales (don Rodolfo Pacheco) nos empezó a hablar sobre los textos que desde la época romana debían estudiar las personas que se quisieran dedicar al manejo de las leyes. El comentario me pareció muy interesante y desde ahí me nació el interés por el estudio del Derecho. Posteriormente tuve la oportunidad de investigar más por mi cuenta (aunque de manera muy superficial) qué hacía un abogado y me fui apasionando muchísimo por el tema.
Cuando llegó el momento de ir a la Universidad, mis intereses básicamente se dividían en dos posibilidades: estudiar Derecho o no estudiar nada más (no había otra cosa que me llamara la atención). Afortunadamente pude ingresar a la Facultad de Derecho en la Universidad de Costa Rica y, aunque en el camino me di cuenta que desde hace varios siglos ya no se estudiaban los libros que mi profesor del colegio nos había mencionado (o que por lo menos yo le había entendido que se seguían usando), me fui enamorando mucho más de la carrera y, posteriormente, del derecho laboral.
–¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
–Profesionalmente, tengo como meta terminar al menos uno de los libros que en algún momento empecé a escribir, y que tratan temas legales laborales de actualidad que considero necesario que sean abordados prontamente.
–¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
–Como profesional en Derecho (y como guía en los primeros pasos de estudiante) admiré muchísimo el entusiasmo y la pasión con la que un profesor nos impartía sus clases y se preocupaba en que entendiéramos la importancia de la materia y del Derecho. Hoy tengo la fortuna de mantenerlo dentro de mi círculo más cercano de amigos: el M.Sc. William Bolaños Gamboa. Posteriormente, como profesor y abogado dedicado al Derecho Laboral, existen dos juristas de quienes admiro enormemente sus obras y estudios en Derecho: los profesores Umberto Romagnoli y Humberto Villasmil Prieto.
–¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
–Twelve Angry Man (1957) y Fracture (2007). Ambas están ambientadas en un sistema jurídico distinto al latinoamericano y son excelentes. En cuanto a los libros, recomiendo Un abogado rebelde (John Grisham), una historia sobre abogados que no es un texto académico y La cabeza del Juez (Dr. Enrique Haba) que es un texto académico, a mi criterio, de lectura obligatoria.
–Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
–Psicólogo. Siempre me ha parecido fascinante la posibilidad de estudiar y analizar los motivos y las razones finales del comportamiento humano. Creo que es una carrera que, como el Derecho, se comienza a estudiar pero no es posible terminar de hacerlo.
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