María Fernanda Brahm responde el Cuestionario LexLatin

María Fernanda Brahm Morales ya lideraba el área de litigios y el primer día de este año se estrenó como socia en Arteaga|Gorziglia. “Su fidelidad y calidad humana han sido un excelente aporte a nuestro equipo”, subrayó el bufete. En sus respuestas a nuestro Cuestionario LexLatin se revela como profesional cabal, madre dedicada y mujer que valora la esencia familiar. No se lo pierda.

–¿Por qué decidió hacerse abogada?

–Siempre me interesó el concepto de lo justo y la justicia. Desde niña me gustó defender a quien lo necesitara y ayudar para que cada persona pudiera aportar y recibir según sus talentos y necesidades. Cuando estaba en el colegio, la decisión de estudiar Derecho no era una respuesta obvia, ya que los ramos en los que más destacaba no eran los ramos humanistas. Sin perjuicio de esto, opté por lo que en ese momento sentía que era mi vocación, buscando una carrera que me permitiera aprovechar otras habilidades que quizás no se reflejaban tan claramente en las notas. Habiendo pasado más de 15 años desde que tomé esa decisión puedo decir con toda certeza que fue la correcta.

–¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?

–En lo profesional, la primera meta es seguir aportando a Arteaga Gorziglia para mantener y seguir desarrollando lo que en 10 años se ha logrado, ahora desde el rol de socia. A esto se suma el desafío de potenciar la práctica de Litigios y Solución de Controversias, en la que ya contamos con un equipo de abogados de primer nivel y desafíos muy interesantes con clientes que han puesto su confianza en nosotros.

En lo personal, cuando miro al futuro la meta siempre es la misma: velar por mi familia, ayudar a mis niños a crecer, a descubrir y desarrollar sus propios talentos.

–¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué? 

–Podría nombrar a varios abogados de distintos ámbitos que han dejado una huella desde que comencé a estudiar Derecho (profesores, autores). Pero la verdad es que el primer abogado en el que pienso con entera admiración es mi abuelo paterno Jorge Brahm Yuraszeck, quien falleció a principios de marzo del año pasado. La razón no es sólo su destacada carrera como abogado en Puerto Montt, ni la pasión con la que hablaba del Derecho, sino que toda su vida "El Coco", como cariñosamente le decimos, fue un hombre que realmente puso todos sus esfuerzos y energía en las cosas que más le importaban: Dios, Patria y Familia.

–¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?

–Sin duda que Los Miserables, de Víctor Hugo. Aunque existen varias películas, la recomendación es no perderse el libro. En mi experiencia les puedo decir que se goza aún más cuando ya se conoce la historia: comencé viendo el musical, después las películas, y luego el libro lo he disfrutado descubriendo infinitos detalles que en los otros formatos se pierden.  

–Si no fuese abogada, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?

–Si esta pregunta me la hubiesen hecho cuando tenía 18 años, la respuesta habría sido ingeniería. Hoy, en cambio, sería algo relacionado con la gastronomía ya que una de las cosas que más me gusta hacer es cocinar. Me encanta la idea de una familia o un grupo de amigos disfrutando alrededor de una mesa, y en general, me fascina pensar en todas las sensaciones que una buena comida puede producir en cada uno.