Luis Parada responde el Cuestionario LexLatin

Luis Parada responde el Cuestionario LexLatin
Luis Parada responde el Cuestionario LexLatin
Fecha de publicación: 29/09/2017
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Luis Parada es ampliamente conocido en El Salvador por razones diferentes a su reciente nombramiento como nuevo consejero sénior de Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP en el área de arbitraje internacional. Con el aval de múltiples victorias ante tribunales internacionales, se dedica exclusivamente a la asesoría de Estados soberanos. Aunque esto por sí solo pareciera suficientemente resaltante, lo mejor está por venir.

Desde su nuevo cargo, el especialista responde nuestro Cuestionario LexLatin para relatarnos cómo redefinió su vida y la de su familia con visión estratégica y decisiones arriesgadas. No se pierda ni una de sus respuestas.

¿Por qué decidió hacerse abogado?

Antes de ser abogado, fui militar durante quince años en mi país natal, El Salvador. En enero de 1997, dos años después de haber salido del ejército, decidí en consulta con mi esposa comenzar una nueva vida y emigrar a Estados Unidos con nuestros tres hijos. El mismo fin de semana que decidimos emigrar, también decidí que estudiaría leyes. Envié mi solicitud a la Escuela de Derecho de Georgetown esa semana y, tres semanas después, volé a Miami para tomar el último examen LSAT para ese año. Seis meses después emigramos y, dos meses más tarde, estaba estudiando. Estudié de noche y trabajé de día durante cuatro años. Me gradué de abogado en el 2001, a los 41 años de edad.

Con este contexto, la profesión de abogado fue la única que consideré para mi nueva vida en Estados Unidos. Ser abogado se alineaba casi perfectamente con mi experiencia militar y mi forma de pensar lógica y estratégica. Ser abogado se alineaba naturalmente con mi capacidad intelectual; con mis principios y valores éticos; mi preferencia por el orden; mi vocación por leer las leyes para cumplirlas y velar porque se cumplan; mi compromiso con la verdad y la justicia; y con mi deseo de contribuir para hacer de este mundo un mejor lugar para nuestros hijos y las futuras generaciones de seres humanos. Ser abogado era la mejor forma de aprovechar las oportunidades que me daba este país para desarrollar mi potencial humano. Fue una excelente decisión.

¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?

El año 2017 ha sido un año bastante activo para mí, tanto desde el punto de vista profesional como personal.

Desde el punto de vista profesional, en el arbitraje internacional entre la empresa minera Pacific Rim y El Salvador ante el CIADI, obtuvimos una decisión suplementaria del tribunal, otorgando intereses al laudo favorable sobre costas procesales que ya habíamos obtenido para El Salvador en octubre del 2016. Luego pudimos persuadir a la empresa minera a que pagara el laudo arbitral de USD 8 millones más intereses a El Salvador y, por supuesto, a que no solicitara la anulación del laudo. Para eso fue fundamental haber logrado en marzo de este año la aprobación de la ley de prohibición de la minería metálica en El Salvador, la primera ley de su tipo en el mundo. También fue importante haber mantenido contacto con organizaciones medioambientalistas de la sociedad civil en El Salvador y a nivel internacional. Finalmente, fue importante haber iniciado el proceso de ejecución judicial del laudo en El Salvador.

Desde el punto de vista personal, entre abril y septiembre de este año estuve intentando participar en la política en El Salvador, para tratar de incorporarme al servicio público desde el gobierno nacional. Para este propósito, yo estaba dispuesto a regresar a El Salvador, sacrificando mi profesión y la vida que ya tenía establecida con mi familia en Estados Unidos. Pero circunstancias fuera de mi control hicieron inviable mi intención de participar en el proceso de elección interna.

Por lo tanto, mi objetivo de corto plazo es enfocarme nuevamente en el desarrollo de mi carrera profesional como abogado. En ese sentido, estoy muy feliz de haberme incorporado hace dos semanas al equipo de arbitraje internacional de Curtis. Desde hace varios años había querido trabajar en Curtis, pues además de tener una excelente reputación como firma por la excelente calidad de su trabajo y por su excelente ambiente laboral, tiene la mejor práctica de arbitraje de inversión del mundo, representando exclusivamente a Estados soberanos, con base en los mismos principios de justicia e integridad que me llevaron a escoger la profesión de abogado.

Como abogado con varios años de experiencia, ¿qué consejo le daría a las nuevas generaciones de abogados?

He sido abogado durante dieciséis años, durante los cuales he trabajado en arbitrajes internacionales que han tenido repercusiones significativas para la vida nacional de un país, mucho más allá de las consecuencias económicas de un laudo monetario. Con base en esa experiencia, le aconsejaría a alguien que desee estudiar Derecho que reflexione muy detenidamente sobre las razones por las cuales desea ser abogado. Le aconsejaría que no lo haga principalmente por el dinero. Que desee ser abogado para desarrollar su potencial humano. Pero principalmente, que desee ser abogado para contribuir en hacer de este mundo un mundo mejor.

¿Cuáles son, según usted, las cualidades más importantes que debe tener un abogado para alcanzar el éxito?

Primero es necesario definir qué entendemos por ser un abogado exitoso. Para mí, tener éxito significa sentirse satisfecho de haber obtenido los objetivos legítimos de nuestros clientes, con honestidad e integridad, manteniendo una vida personal estable. Y de alguna forma, haber contribuido a mejorar al mundo, aunque sea un poquito.

En ese sentido, considero que los atributos personales más importantes para tener éxito como abogado son: 1) integridad, honestidad y el carácter para hacer lo correcto; 2) tener una visión estratégica del objetivo real de nuestro cliente y enfocar nuestros esfuerzos en la mejor forma de lograr ese objetivo; 3) tener empatía hacia las personas con quienes trabajamos y saber trabajar en equipo; 4) ser responsables y dedicados a nuestro trabajo; y 5) no olvidar la necesidad de balancear el trabajo con nuestra vida personal, tratando de mantener el trabajo en el trabajo y la vida familiar en la vida familiar.

Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?

Mucho antes de ser abogado, escogí la profesión militar, en la que yo pensaba que iba a continuar hasta llegar al grado de general. Pero no fue así. En octubre de 1997, apenas tres meses después de haber emigrado a Estados Unidos y estar estudiando Derecho, una persona viajó desde El Salvador y me fue a visitar para ofrecerme una posición de segundo nivel en el gobierno de El Salvador, con el plan de subir a nivel ministerial un año después. Si me lo hubieran ofrecido seis meses antes, casi seguramente habría aceptado. Entonces, de no haber sido abogado, habría sido un funcionario del gobierno de El Salvador.

¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?

Aunque no tengo un título en particular para recomendar, creo que debemos leer o ver de vez en cuando, un libro o una película que nos recuerde que el objetivo de lo que hacemos como abogados es buscar la justicia.

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