Este martes, el gobierno de la República Cooperativa de Guyana expresó que pedirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que falle a su favor en la querella fronteriza que tiene con Venezuela, país que reclama desde hace cinco décadas tres cuartos del territorio guyanés, que la nación petrolera llama Esequibo.
La decisión fue tomada luego de que Venezuela anunciara que no participaría en el procedimiento que lleva a cabo el tribunal internacional ya que, según la Cancillería venezolana, la CIJ “carece manifiestamente de jurisdicción” para llevar a cabo este proceso.
Guyana entonces invocó, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el artículo 53 del Estatuto del tribunal que establece que en los casos en los que alguna de las partes llamadas a dirimir las diferencias no comparece ante la Corte, “la otra parte puede solicitar al Tribunal que decida a favor de su reclamo”.
La recomendación de no comparecencia se la dio al gobierno el Consejo Venezolano de Relaciones Internaciones (Covri) ya que, de acuerdo con ellos, la Cancillería venezolana debe establecer junto a expertos en la materia una estrategia efectiva que responda a los verdaderos intereses de Venezuela en este asunto.
Guyana recurrió el 30 de marzo de este año al Tribunal de La Haya, siguiendo indicaciones de António Guterres, secretario general de la ONU, quien recomendó que ambas naciones pidieran la mediación de la CIJ, ya que las partes no llegaron a un acuerdo respecto al diferendo limítrofe del Esequibo.
La petición de Guyana es que se respete el Laudo Arbitral de 1899 que le cedió el territorio en reclamación. Sin embargo, Venezuela ha reclamado desde 1966 esta región, de acuerdo con lo que estableció en ese entonces el Acuerdo de Ginebra, con mayor énfasis (luego de haber “dejado reposar” el caso) desde 2015, luego de que ExxonMobil descubriera grandes yacimientos petroleros en las aguas del Esequibo.
En 1962, Venezuela presentó una querella por el Esequibo ante la ONU con el argumento de que el laudo de 1899 (que cedió la región a Guyana) fue fraudulento, pues los delegados británicos (el Esequibo fue adjudicado al Reino Unido) y el juez ruso que llevó el caso actuaron de mala fe y en complicidad contra sus intereses.
Lo cierto es que inició la querella contra su vecino luego de que este inició las preparaciones para independizarse del Reino Unido.
La zona en reclamación tiene casi 160 mil kilómetros cuadrados de extensión y posee incontables recursos naturales y energéticos, sin embargo, no es muy poblado y a lo largo de los siglos ha sufrido muy pocas intervenciones de parte de las naciones que lo reclaman.
Esta es, de hecho, una de las pruebas que esgrime Guyana para demostrar que Venezuela ha tenido poco interés en poblar el área donde sus habitantes (a diferencia de otros espacios fronterizos como Perijá) no hablan español, no reciben atención de entes gubernamentales venezolanos ni tienen documento de identidad de Venezuela.
}
Add new comment