Martin Menski es el nuevo special counsel de Baker Botts LLP en el área de proyectos globales. En más de doce años de trayectoria ha participado en múltiples proyectos de los sectores energético, petróleo y gas, en Latinoamérica. Luego de dejar Clifford Chance, asegura que disfruta estar en esta nueva firma como “parte de un equipo de abogados que ayudan a los clientes a estructurar y financiar complejos proyectos”.
Conozca aquí todas las respuestas que compartió en nuestro Cuestionario LexLatin.
–¿Por qué decidió convertirse en abogado?
–Fue un impulso intelectual. De hecho, comencé como geógrafo investigando la gobernanza de los cultivos genéticamente modificados en Brasil y la India. En cierto modo, llegué al Derecho a medida que me involucraba más en los tecnicismos legales para comprender los regímenes de estos países sobre propiedad intelectual y bioseguridad. Después de unirme a un bufete de abogados internacional, me involucré rápidamente en proyectos en los que los mercados emergentes se enfrentan a problemas similares de cómo lograr los objetivos nacionales de desarrollo, mediante el aprovechamiento de la inversión privada transnacional en los sectores estratégicos de energía e infraestructura.
–¿Podría decirnos un objetivo a corto plazo?
–Mi objetivo es comenzar a pedalear para trabajar. DC puede ser un poco accidentado y los inviernos pueden ser traicioneros, ¡así que podría necesitar invertir en una bicicleta de montaña!
–¿Podría mencionar a un mentor que lo haya ayudado a lograr sus objetivos profesionales o a un abogado que admire?
–Walid Labadi, country manager para Egipto de la Corporación Financiera Internacional, Banco Mundial. Walid no es solo un abogado fantástico sino alguien que tiene una comprensión intuitiva de las personas y quiere ayudar a todos a su alrededor a darse cuenta de su verdadero potencial.
–¿Una película o un libro que le gustaría recomendar a los estudiantes de Derecho?
–En términos de películas, 12 Angry Men (la versión de 1957 con Henry Fonda, así como la versión de 1997 con Jack Lemmon). Es una película que te hace darte cuenta de que nada puede ser (o debería ser) blanco y negro en la ley. En términos de libros, Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, que recuerda el papel fundamental que desempeñan los abogados en la protección de la justicia en la sociedad.
Si no fuera abogado, ¿qué profesión elegiría?
Me habría convertido en arquitecto. Es una de las pocas profesiones, como el Derecho, donde existe la oportunidad de divertirse al combinar conocimiento técnico sólido con creatividad e imaginación.
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