Patricia Hoet: “Decidí que la propiedad intelectual era mi pasión”

Patricia Hoet: “Decidí que la propiedad intelectual era mi pasión”
Patricia Hoet: “Decidí que la propiedad intelectual era mi pasión”
Fecha de publicación: 25/04/2018
Etiquetas:

Hoy 26 de abril de 2018 si además de trabajar en el sector legal, lo hace en la práctica de la propiedad intelectual, está de celebración. En este día se celebra el “Día Mundial de la Propiedad Intelectual”, efeméride que rinde este año según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) tributo “al talento, al ingenio, la curiosidad y al valor de las mujeres que impulsan el cambio en nuestro mundo y que plasman nuestro futuro común.”

Para unirnos a la celebración de la OMPI entrevistamos en Rompiendo Moldes a Patricia Hoet, socia de Hoet Peláez Castillo & Duque en Venezuela. 

Patricia Hoet: “Decidí que la propiedad intelectual era mi pasión” #WorldIPDay #WomenInInnovation #mujeresinnovación
Patricia Hoet: “Decidí que la
propiedad intelectual era
mi pasión”

— ¿Cuál es su carta de presentación como abogada?

— Estoy especializada en el área de propiedad intelectual. Trabajo en Venezuela pero asisto igualmente a nuestros clientes en la protección de sus portafolios en el resto de América Latina y en la región caribeña.

Estoy en la firma de abogados que me vio crecer. Empecé como estudiante de derecho hace 26 años y pasé por varias áreas hasta que decidí que la propiedad intelectual era mi pasión. Ha sido un reto seguir los pasos de mi padre, socio fundador de HPCD, haciendo mi propio camino y demostrando mis capacidades y habilidades.  

— Cuando mira atrás y hace una valoración de lo que ha andado hasta ahora en su carrera, ¿qué experiencias y qué personas han tenido mayor impacto en lo personal y lo laboral?

— Valoro enormemente los principios que me han inculcado en mi familia, especialmente mi padre, mi mentor y guía en la vida personal y laboral. Doy gracias a Dios por tener un esposo que me ha apoyado en todos estos años. Al tener tres hijos, sin su apoyo, mi carrera profesional hubiese sido mucho mas complicada.

Otra parte muy importante es mi familia de HPCD. Somos un equipo que trabajamos en armonía. Amamos lo que hacemos y no nos imaginamos en otra área del derecho. Evidentemente mis compañeros de trabajo y mis socios han sido mi apoyo en todos estos años. Le estoy muy agradecida a mi socio Fernando Peláez Pier por haberme introducido en la International Bar Association (IBA) y apoyarme en el desarrollo de una estrategia internacional.

En la IBA empecé hace 12 años como oficial en el Comité de Propiedad Intelectual y Derecho del Entretenimiento. Después fui copresidenta del mismo y ahora soy miembro del Consejo del Legal Practice Division (LPD). Además, tengo la oportunidad de colaborar con varios proyectos, especialmente uno de promoción de la diversidad e igualdad de género en nuestra profesión. En conclusión, somos un engranaje y no es posible avanzar si no estamos en armonía.

— De no haber sido abogada, ¿qué otra profesión cree que habría desempeñado con éxito y pasión?

— Desde los 15 años supe que quería estudiar derecho, de eso nunca tuve duda. Me hubiese encantado estudiar medicina y trabajar en Médicos Sin Fronteras para viajar y ayudar a aquellos más necesitados. Pero como en realidad no tengo habilidades para ser médica, creo que mi otra profesión hubiese sido la de agente de viajes. El que me conoce sabe que es mi hobby, planear viajes a lugares desconocidos, indagar y tener experiencias nuevas. De hecho, creo que disfruto más la planificación que el viaje mismo.

— ¿Qué es lo más satisfactorio y lo más frustrante de trabajar en la práctica de propiedad intelectual en Venezuela?

— Lo más satisfactorio es, definitivamente, contar con un equipo de alta calidad. Los esfuerzos que hemos hecho en atraer y retener talento han dado sus frutos. Contamos además con una cartera de clientes que representa a muchas empresas del Fortune 500, a las que asistimos en todas sus necesidades dentro del campo de la propiedad intelectual.

Lo más frustrante es la situación económica, política y social que vive mi país. Es como una carrera de obstáculos, en la cual tienes que esforzarte el doble para poder avanzar y no tropezarte con las piedras que te pone el gobierno en el camino. El venezolano es perseverante, se cae pero se levanta y sigue adelante. Llegará el día en que Venezuela salga de esta situación y avancemos hacia el futuro que soñamos de reconstrucción del país.

— ¿Cuál fue su motivación para especializarse en el área de la propiedad intelectual?

— Hoet Peláez Castillo & Duque es un despacho de abogados que tiene sus inicios en la propiedad intelectual. A diferencia de la mayoría de las firmas, HPCD empezó como una boutique especializada en la práctica. Fue creciendo hasta cubrir la mayoría de ramas del derecho. Franklin Hoet Linares, socio fundador – además de mi padre – estaba especializado en derecho minero y corporativo, pero ejerció durante muchos años la propiedad intelectual y sigue siendo uno de los actuales socios principales. Cuando iba a visitarlo de pequeña veía las infracciones de muñecas y juguetes. Eso luego pasó a ser nuestro “museo de infracciones”. De allí nació todo.

Hice mi postgrado en Derecho Comunitario en Bélgica, pero las vueltas de la vida me llevaron a trabajar en una firma especializada también en propiedad intelectual en Bruselas. Allí fue cuando me dije, “es mi destino y lo que me gusta”. Regresé a Venezuela y volví a la firma donde me he desarrollado hasta llegar a ser socia propietaria.

— ¿Se da suficiente formación en las facultades sobre esta rama del derecho? ¿Qué cultura existe en Venezuela en este sentido?

— Ni se daba entonces ni ahora. Las facultades de derecho tienen alguna clase de propiedad intelectual, pero no enseñan con la profundidad que deberían si tenemos en cuenta el impacto de esta área en las demás. La propiedad intelectual cumple un papel importante en todos los campos, no solo en las ciencias y la tecnología, sino también en la economía y los negocios.

— ¿Qué tipo de innovaciones jurídicas son hoy día necesarias en la región para el área de la propiedad intelectual?

— Debemos continuar con la armonización de leyes en la región para combatir eficazmente problemas como la piratería y por otro, limitar los obstáculos existentes para mejorar el comercio entre nuestros países. Tenemos que abrir la mente para entender el valor de las nuevas tecnologías.

En Venezuela requerimos con urgencia una nueva ley de propiedad industrial. Al salir de la CAN volvimos a nuestra legislación de 1955. Se requiere una legislación actualizada y acorde con los tratados suscritos, una que promueva la inversión extranjera, que impulse la innovación y el emprendimiento. No podemos dejar de lado la necesidad de incorporar innovaciones tecnológicas en la prestación de servicios de propiedad intelectual. En la globalización es importante entender la modalidad de negocio del cliente para poder brindarle las mejores estrategias en la protección de su portfolio.

¿Qué opina de la inexistencia del diseño no registrado en América Latina? ¿Cree que si se contemplara, la propiedad intelectual en América Latina gozaría de mayor protección?

— Esta figura jurídica es innovadora y poco conocida en América Latina.  En un mundo cambiante y global, la protección de diseños no registrados - como se conoce en Europa - podría ayudar a pequeñas y medianas empresas a obtener cierta protección, aunque sería limitada en el tiempo. Pero es evidente que les ayudaría al lanzar un nuevo diseño, sin incurrir en los costos elevados de protección a los cuales estamos acostumbrados.

— Recientemente el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual de Venezuela (SAPI) suspendió la recaudación de tarifas oficiales para empresas extranjeras, lo que resultará en una pérdida considerable de ingresos para el SAPI. ¿Qué otras consecuencias se van a ver a largo plazo?

— Efectivamente, por ahora resulta una pérdida importante para el SAPI pero tampoco podemos decir que nos sorprenda. Las tasas extraordinariamente altas que estaban cobrando tampoco eran normales ni sostenibles en el tiempo. Fueron resultado de la distorsión, producto de la falta de políticas financieras y económicas por parte de la administración pública. Es algo que tenía que llegar.

Ahora bien, estas medidas nos dejan en un estado de incertidumbre terrible. Clientes y abogados nos quedamos en una especie de limbo. En lugar de atraer la inversión extranjera y generar confianza, estas medidas del gobierno tienen el efecto contrario. Cada día bajamos en el ranking de países en que las empresas deciden proteger sus derechos de propiedad intelectual. Ya no tenemos la prioridad que teníamos en la región. Subir esa escala nos tomará tiempo y sobre todo muchos esfuerzos.

— El mes pasado la división comercial de HPCD (Hoet Peláez Castillo & Duque Abogados) inauguró una nueva etapa reinventándose como LEGA Abogados. ¿Veremos en el futuro próximo a la división de propiedad intelectual de HPCD pasar por un proceso de rebranding también?

— No lo creo, este año estamos celebrando nuestro 75 aniversario. Si bien todas las instituciones deben revisarse periódicamente, no hemos identificado un cambio de nombre como una de nuestras necesidades o prioridades. El año pasado actualizamos nuestro plan estratégico de mercadeo, actualizamos nuestro logo por el 75 aniversario de la firma y hace dos años revisamos nuestra imagen corporativa. Podríamos decir que en el día a día opera un rebranding. Generalmente en nuestras comunicaciones, después de identificar a la firma con su denominación completa - Hoet Peláez Castillo & Duque - pasamos automáticamente a identificarla con sus siglas, HPCD.

WordPress ID
30785

Add new comment

HTML Restringido

  • Allowed HTML tags: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Lines and paragraphs break automatically.
  • Web page addresses and email addresses turn into links automatically.