Juan Manuel Haddad: Un abogado con la mirada puesta en el desarrollo tecnológico

Juan Manuel Haddad

Juan Manuel Haddad es el Gerente Legal de Grupo Telefónica en Argentina, y un abogado con una carrera profesional muy interesante: trabajó en Estudio Millé, es presidente de la Asociación DIES-Asociación por un Deporte Integrador Educativo y Solidario, y fundador de DeporBiz, que ofrece servicios de consultoría, licensing y derechos, representación de deportistas y gestión de eventos, entre otros.

Además, es fundador de Legal Hackers, una asociación global de abogados, políticos, tecnólogos y académicos, que desarrollan soluciones para algunas de las cuestiones más apremiantes en el uso de la ley y la tecnología. 

Haddad conversó con LexLatin su trabajo como abogado in-house de una de las empresas de telecomunicaciones más relevantes del mundo y sobre Legal Hackers Buenos Aires.    

En la carrera de todo abogado llega ese momento en el que hay que decidir entre el camino de abogado de firma y el de abogado in-house. ¿Cuál fue ese momento para usted y qué le llevó a tomar esa decisión?

Cuando el profesor Manuel Álvarez Tronge nos contó cuál era la función de un abogado de empresa. Ese fue el momento. Ahí me di cuenta de que quería formar parte de un equipo y agregar valor desde la visión de un abogado, pero siendo parte del mismo equipo que estaba trabajando desde adentro. Hoy, que trabajo en el Grupo Telefónica, me siento vendedor de los servicios de Telefónica desde el área legal.

¿Cuáles son los retos más grandes que enfrenta un consultor jurídico?

Diseñar y/o adaptar sus procesos centrados en el cliente de la compañía. A las áreas de legales les cuesta pensar en el cliente final, que es en definitiva a quien están dirigidos los productos y servicios que ofrece y desarrolla la empresa.

¿Puede dar un ejemplo de una situación difícil que le haya tocado manejar?

En Telefónica tenemos los procesos del área legal digitalizados desde hace varios años. Un proceso que empezó en 2004 pero que se había estancado porque no nos habíamos dado cuenta de que teníamos que estar integrados a la compañía.

Ahí decidimos direccionar todos nuestros procesos y herramientas digitales hacia el cliente final. Para eso teníamos que entender qué necesitaba el cliente de Telefónica y cómo, desde el departamento, podíamos aportar valor.

Así fue que en 2012 empezamos una nueva ola en el proceso de digitalización con orientación al cliente. Estoy muy contento del proceso que me ha tocado liderar porque somos referentes en el mercado.

¿Qué es lo que más valora del apoyo de los abogados externos?

La especialidad, que entiendan el negocio de la compañía y que se adapten fácilmente a nuestros procesos y herramientas digitales. Para nosotros es fundamental no solo que el abogado externo sea sólido en su conocimiento y trabajo, sino que disponga de toda la información que genera con su trabajo para que podamos tomar decisiones más rápidas y mejores.

Es importante que se entienda que tener más información hace que se tomen mejores decisiones. Los abogados tenemos mucha información para aportarle a la compañía para que se tomen mejores decisiones.

¿Cuáles son los tres principales criterios que utiliza para seleccionar a una firma de abogados?

1) La solidez técnica.

2) Orientación a trabajar por proyecto o resultado.

3) Que adopte la tecnología fácilmente.

¿Cuál de estos criterios considera el más importante?

Creo que los 3 van unidos, porque es lo básico que debería tener cualquier abogado interno y externo.

Se habla mucho de que la facturación de honorarios bajo el sistema de tarifa horaria está desapareciendo, ¿cuál es su opinión?

En realidad, al cliente no le importa el tiempo que consume el trabajo del abogado sino percibir el valor del trabajo del abogado. Creo que el esquema de honorarios debería ser por proyecto y tener en cuenta el valor aportado al cliente.

¿Qué consejo daría a las firmas de abogados para que sean verdaderos aliados de sus clientes corporativos?

Es importante que conozcan bien cómo es el negocio de la compañía a la cual prestan servicios y cómo aporta valor el área de legales que las contrata, para poder complementarla con su trabajo.

En ese sentido, por ejemplo, creo que es muy importante no trasladar al precio costos que no son valorados por la empresa. Por ejemplo, no siento que sea un valor que el estudio externo tenga una lujosa oficina, porque no creo que sea un diferencial al momento de contratarlo.

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector en el que su empresa desarrolla actividades?

La transformación digital que no solo es de herramientas sino también cultural, de procesos y de modelo de negocio. El mercado de las TICs va a tener varias reconfiguraciones en los próximos años, con nuevos jugadores que van a ir apareciendo y que van a cambiar los modelos de negocios y las regulaciones.

¿La corrupción representa un problema en la jurisdicción o jurisdicciones de las cuales usted es responsable?

Siempre es un tema al cual estamos muy atentos, pero no he tenido que gestionar conflictos de corrupción.

¿Cuál ha sido el aprendizaje aportado por el mundo empresarial a su perfil profesional?

El aprendizaje más importante es que las compañías ofrecen sus productos y servicios para satisfacer necesidades de los clientes, y los abogados debemos aportar valor en ese sentido. El abogado de empresa forma parte del mismo equipo y, por lo tanto, en cada decisión, en cada consulta, en cada contrato, debe tener en cuenta que tiene impacto en los clientes. Entender esa cuestión me hizo cambiar mi visión sobre el rol del abogado y mi forma de trabajar.

Desde su experiencia como fundador de Legal Hackers, ¿cuáles son las principales oportunidades que cree el mundo digital le ofrece a la práctica legal?

La tecnología va abaratar los costos de acceso a la justicia, porque ayudará a la justicia a simplificar sus procesos y a los abogados a bajar sus costos, porque facilitará su trabajo. Creo que hay una demanda insatisfecha de reclamos judiciales que se van a ver beneficiados por este proceso más simple y más económico para los ciudadanos.

¿Es posible un futuro donde la práctica legal se nutra completamente de la tecnología?

Los cambios tecnológicos son exponenciales y repercuten en todos los ámbitos de la vida. La abogacía y la justicia están siendo impactadas por ese proceso. No veo posibilidad de evitarlo. En algún momento, que creo que cada vez se acerca más, la práctica de la abogacía va a integrar totalmente herramientas tecnológicas.

¿Cuál es el principal reto de un abogado o una firma legal en medio del avance acelerado de la tecnología?

Entender que con la tecnología se simplifican los procesos, se eliminan intermediaciones que no agregan valor y se hace más accesible la información, entre otras cosas. Eso hace que los abogados deban transformar su trabajo y los modelos de negocios para satisfacer las nuevas demandas de los clientes

¿Y cuál es su principal aporte?

Mi aporte, a través de Legal Hackers Buenos Aires, es poner estos temas en debate y ayudar a que se “hackee” el status quo para dar origen a formas innovadoras de la práctica de la abogacía y resolución de conflictos.